Desde que inició su aventura dentro de las filas de NASCAR, Jake Cosío se ha acostumbrado a los gritos de los aficionados en las gradas, al olor de la carne asada para acompañar una buena carrera y a los festejos en masa cuando los resultados lo acompañan, así ha sido desde 2017, pero este año el piloto de Havoline Racing vivirá una experiencia distinta.
Debido a la pandemia de COVID-19, como ha sucedido en otros deportes, los aficionados estarán ausentes en las gradas de los autódromos en los que Jake correrá, un ambiente que le resultará extraño, pues para todos los pilotos será como dar un concierto sin público.
“Va a ser difícil correr sin gente porque al final del día nos debemos a ellos entonces creo que será como ir a ensayar, como si fuera un soundcheck, que nada más están los miembros del equipo, tocan y ya se acabó, no hay aplausos, será difícil”, explica el piloto mexicano en entrevista con Reporte Índigo.
Aunque esta temporada será complicada para el Novato del Año de 2019, Jake asegura que este escenario gris cambiará más pronto de lo que se imaginan los aficionados del deporte motor, debido a que “todo sacrificio tiene su recompensa”, por lo que tratarán de ofrecer la misma emoción de siempre, pues este campeonato tiene dedicación especial para todo fan que le apoyan a pesar de las circunstancias.
“Será difícil estar sin ellos, los aficionados, pero por otro lado tendremos una muy buena cobertura para que sigan esta temporada, porque de alguna manera la gente nos ha hecho saber que está presente por medio de redes sociales y quiero que sepan que esta temporada es por ellos, para que tengan un espectáculo, que, aunque será distinto, aquí estamos y verán que en menos de lo que nos imaginemos estaremos de regreso”, agrega.
A todo motor en NASCAR PEAK
A pesar de que este deporte es de mucha inversión, tanto para el piloto como para los patrocinadores, Jake Cosío comenta que al inicio de la contingencia su equipo dudó en correr la temporada 2020 de NASCAR PEAK, puesto que el presupuesto se redujo considerablemente, pero al ver que las pérdidas eran mayores al no asistir, tomaron la decisión de participar con lo que está en sus manos.
“Con todo esto de la economía el presupuesto para esta temporada se redujo y sólo teníamos permitido correr cinco carreras, entonces decidimos tomarnos un break por decisiones en común, y por esa razón no corrimos las dos primeras carreras, pero después nos dimos cuenta que al no asistir estamos perdiendo más de lo que nos podemos ahorrar, entonces decidimos regresar, aprovechar los recursos que tenemos y dar lo mejor de nosotros”, menciona.
Aprender de los errores
La temporada pasada Jake tuvo el error de cambiar de escudería al comienzo, lo cual le costó reducir el rendimiento, y aunque tuvo tiempo suficiente para remediar esa mala decisión, comenta que más que arrepentirse ha aprendido de sus tropiezos, pues eso le ha hecho madurar como piloto profesional.
“Yo no puedo tirar la toalla ante los errores porque hay marcas que confían en mí y si yo tiro la toalla es como darle la espalda a ellos que me apoyaron y es darle la espalda a mí mismo. Al final no pasa nada, todos cometemos errores, pero siempre hay una solución y parte de las malas decisiones es transformarlas en experiencias y transformarlas en un buen resultado, aunque cometa errores jamás me voy a desmotivar porque eso nos hace madurar”, reconoce.