Otro más a la lista

Antes de echar un vistazo, viene el aviso: advertencia, este video contiene imágenes violentas. Es la grabación de De’Andre Johnson, quarterback de Florida State, propinando un puñetazo en el rostro a una mujer.

Todavía sin digerir los innumerables casos de violencia registrados en la NFL en los últimos años, la desgracia vuelve al futbol americano, pero ésta vez a nivel colegial.

La filmación reveladora contra Johnson fue grabada en un bar de Tallahassee, capital de Florida, la noche del 24 de junio del presente año y fue dada a conocer por la Oficina Fiscal del Estado de Florida.

Las imágenes muestran al jugador, de 19 años, golpeando a una mujer de 21 años de edad, en la cara durante una discusión acalorada cuando ambos esperaban una copa en la barra de un bar.

Al parecer la mujer habría sentido que Johnson pasó junto a ella de forma agresiva y cuando se dirigió a él, levantó su brazo en defensa pero Johnson la agarró y la empujó.

Entonces la mujer habría dado un rodillazo en la entrepierna e intentó darle un puñetazo, pero fue el jugador colegial quien golpeó el lado izquierdo de su cara.

El ataque de Johnson dejó a la mujer con cortes en el rostro y contusiones, según documentos judiciales.

Florida State suspendió indefinidamente al jugador, pero después él mismo se entregó a las autoridades el 30 de junio después de que se emitió una orden para su arresto. Quedó en libertad bajo fianza de 500 dólares.

Estados Unidos no termina de digerir una serie de conflictos que han marcado al deporte de las tacleadas, como el suicidio de Junior Seau o el homicidio culposo de Aaron Hernández; el caso de violencia doméstica de Ray Rice, el corredor de los Cuervos de Baltimore, uno de los más reveladores a la opinión pública.

En recientes fechas se ha dado a conocer que una gran cantidad de jugadores de la NFL son consumidores de mariguana, en alto porcentaje como método medicinal, pero otros más por uso recreativo.

Las autoridades no han podido confirmar si este uso desmedido de la droga para mitigar el dolor de los golpes causados por la práctica de este deporte, ha contribuido en alguna medida al comportamiento agresivo de los jugadores de futbol americano.