Después de atravesar un año complejo por los estragos causados por la pandemia de COVID-19, la tiradora mexicana Alejandra Ramírez abrió el sendero que la llevará a sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio, Japón, pues visualiza hasta cuatro justa previas a la cita nipona, ya que en el 2020 sólo pudo ver acción en tres competencias internacionales, como fueron el Gran Prix de España, el Grand Prix de Marruecos y la Copa del Mundo en Chipre. Ante esta situación su mejor aliada, asegura, ha sido “la paciencia”.
La tiradora expresa que “no hay que dar las cosas por hecho”, frase que acompaña con sus tres deseos para 2021 como son: salud para su familia, prosperidad personal y deportiva, así como una medalla olímpica. Además, la jalisciense de 23 años realizó un balance general del año pasado y aseguró que pese a las adversidades, y la cancelación de varias competencias, cierra el año enfocada en sus entrenamientos para tener un óptimo debut en la capital japonesa.
“No sabes qué va a pasar mañana, por eso hay que vivir más los momentos y ser más agradecidos, porque en el plano deportivo tengo mi lugar en Juegos Olímpicos, competí, entrené, pero la pandemia ocasionó la cancelación; sin embargo, no he perdido mi enfoque, me motiva mucho ir a Tokio y me doy cuenta que soy una persona fuerte.
“Ha sido un año muy difícil, personalmente, a mí me pegó muy fuerte, pero también me fortaleció, me hizo ver que soy muy afortunada en muchas cuestiones de mi vida y que todo pasa. Mientras estamos en esta situación hay que ver el lado positivo, no estar con la carga de lamentarnos y sobre todo me ha hecho una persona más paciente”, dijo.
Fue la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 lo que le dio su boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio, pero su fogueo, que fue interrumpido por la pandemia, se reactivó en campo desde junio de 2020, sin competencia alguna.
Trabajo psicológico de Alejandra Ramírez
La tiradora mexicana también detalló que tras declararse el confinamiento, aprovechó el tiempo para cambiar de escopeta, con la que ahora se siente más segura y con más nivel rumbo a la cita olímpica, aunado a que su trabajo mental, de la mano de su psicólogo, ha sido de suma importancia en su deporte en estos últimos meses.
“Mi psicólogo me ha ayudado mucho, a veces dejamos cosas para después, pero esto sí lo he abarcado y siento que ha habido un cambio, porque soy muy explosiva y para mi deporte no es tan bueno, hay que tener calma mental. Que cuando tire, mi mente no se vaya”, compartió.