Imagina que concluyó tu contrato con la primera empresa que te dio trabajo, buscas un nuevo empleo, sin embargo no puedes obtenerlo hasta que tus antiguos jefes den el visto bueno; eso es básicamente lo que los jugadores mexicanos viven cada temporada con el pacto de caballeros.
Este convenio genera que un jugador no pueda negociar por cuenta propia su futuro en el futbol nacional, no importa que el deportista haya concluido su contrato, la única manera en que puede firmar con otro club es que su antiguo equipo de el permiso necesario.
Se le llama pacto de caballeros, pues es un acuerdo extraoficial que no aparece en ningún reglamento; los dueños de los equipos acuerdan que deben seguir obteniendo ganancias por los jugadores formados en su filas, aunque éstos hace años que jueguen en otro club.
Por ejemplo, si un jugador formado en Atlas firma con el América por dos años de contrato, una vez que termine dicho periodo, el futbolista es dueño de su carta y puede negociar por su cuenta con otros equipos; eso es lo que ocurre en cualquier parte del mundo, pero no en México.
Para que el jugador firme con su nuevo equipo, es necesario que el Atlas apruebe la compra y reciba a cambio el pago por “derechos de formación”, es decir, el futbolista no está libre de negociar aunque no tenga obligaciones contractuales.
En ocasiones, los futbolista se quedan sin equipo por negarse a formar parte del pacto de caballeros, una red de intereses avalada por todos y cada uno de los dueños del futbol mexicano; lo que deja al jugador prácticamente sin salida.
Aún si el jugador va a jugar al Europa y años después quiere regresar a México, el equipo que quiera comprar su carta al club extranjero, también debe negociar con el club nacional del que partió originalmente.
Por ejemplo, cuando el mexicano Alan Pulido quiso dejar Grecia para jugar con las Chivas, Gudalajara tuvo que negociar con Tigres para que el delantero pudiera volver, pese a que el jugador no tenía ninguna obligación con los felinos.
Es por ello que la Asociación Mexicana de Futbolistas (AMF) busca por todos los medios terminar con dicho pacto, pues limita las posibilidades de los jugadores. Incluso, algunas personas han dicho que el pacto de caballeros trata a los jugadores como si fueran ganado.
La AMF analiza la posibilidad de no jugar la última jornada de la Liga MX como medida de presión para que los directivos pongan fin a esta práctica, aunque los jugadores esperan no llegar hasta ese extremo, han anunciado que lo harán si es necesario.
La exigencia está respaldada por figuras consolidadas del futbol nacional, por ejemplo, Rafael Márquez, Carlos Salcido, Oribe Peralta, Javier Hernández, Andrés Guardado y Guillermo Ochoa, así como Mónica Ocampo, entre otros.
La jornada 17 de la Liga MX está programada para los días 27, 28 y 29 de abril, por lo que jugadores y directivos tienen menos de 20 días para ponerse de acuerdo antes que estalle el paro en el futbol mexicano.
