Durante los últimos 12 años no ha habido un quarterback más regular que Philip Rivers, de los Cargadores de Los Angeles, quien siempre ha estado con el equipo desde que jugaba en San Diego, y quien esta semana impuso una marca al llegar a 200 juegos iniciados de manera ininterrumpida.
Esa racha comenzó el 11 de septiembre de 2006, cuando Rivers heredó el puesto de otra leyenda en activo, Drew Brees, mariscal de los Santos de Nueva Orleans. Frente a Oakland Rivers inició su largo y exitoso camino en la NFL, en una primera temporada como titular en la que tuvo 14-2, pero en el juego Divisional se topó con Tom Brady y los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Rivers ha logrado mantenerse alejado de las lesiones; sin embargo, sus destacadas estadísticas han quedado un poco opacadas por la falta de un título de Super Bowl, pese a sumar 52,356 yardas, 359 touchdowns y nueve temporadas con más de 4 mil yardas.
En su carrera con los Cargadores, Rivers ha conseguido nueve campañas ganadoras, tres con récord negativo y en la actual lleva 6-2, aunque se han quedado fuera de Playoffs desde 2013 cuando perdieron el Juego Divisional contra los Broncos de Denver.
Rivers, si se mantiene saludable, empatará a Peyton Manning al término de esta temporada, a la que le restan ocho semanas.
