Es una misión que parece imposible, pero el Bayern Munich apelará a su mejor futbol, a un juego casi perfecto, que impida que el Barcelona no se lleve la mitad del boleto que le falta para acceder a la Final de la Liga de Campeones de Europa.
Con media Liga en el bolsillo y la moral por las nubes, además de sus ocho victorias seguidas, los catalanes sueñan con repetir el triplete que consiguieron en el 2011, con Pep Guardiola como entrenador.
Por lo pronto el 3-0 en el juego de ida les permite llegar con un escenario muy en su favor. Los dirigidos por Luis Enrique pueden darse el lujo de perder hasta por tres goles de diferencia.
Hacer uno esta tarde en la Allianz Arena, terminaría por sentenciar la derrota de los germanos, quienes entonces estarían obligados a ganar por cuatro tantos de diferencia, ya que el gol de visitante rompería el empate global en favor de los culés.
Mientras los azulgrana tienen los escenarios en su favor, en el Bayern Munich el ambiente es incierto, con un Guardiola muy criticado y cada vez con menos “seguidores” tanto en la plantilla como en el seno del club.
Precisamente en la rueda de prensa previa al partido, Pep “explotó”.
A la pregunta de si volver a caer contra el Barcelona podría hacerle perder su prestigio, el estratega catalán contestó muy molesto: “Eso con perdón es una mierda, mi vida no depende de ganar o perder, mi prestigio es hacer lo posible por hacer llegar al Bayern a la final, y mañana (hoy) haré todo lo posible como en su día lo hice con el Barcelona”, dijo el técnico de los alemanes.
Por lo pronto la crisis continúa en el Bayern, más tras la derrota contra el modesto Ausburg, pero Guardiola no renuncia al asegurar que una eliminatoria dura 180 minutos, y sino que le pregunten a Shaktar y a Porto, que recibieron 7 y 6 goles respectivamente en el Allianz Arena.
