Príncipe Diamante es considerado como una de las futuras promesas del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), pues a sus 23 años ha conquistado una de las máximas glorias de este deporte tras ganar su primera lucha de apuestas en la ‘Monumental’ Arena México.
Esa ocasión necesitó solo de 20 minutos de combate, en el evento Infierno en el Ring, para revelar a los aficionados la identidad de su rival, Espíritu Negro.
Para que esa oportunidad llegara, y que el ‘diamante’ de su máscara brillara en la ‘Catedral de la lucha libre’, el originario de Ciudad de México recuerda que tuvo que ‘sacrificar’ su infancia para cumplir su sueño, pues a los 12 decidió dejar los estudios para dedicarse de lleno al deporte.
Sé que suena complicado que un niño haya decidido a los 12 años seguir un sueño que tal vez más adelante podría haber cambiado, pero yo tengo un objetivo claro y ese es que espero algún día sacar adelante a mi familia
“Yo inicié dando maromas desde los siete años, la lucha libre es algo que ya traes en la sangre y no lo puedes ocultar o negar, por eso, a los 12 años me dirijo con mi papá y le digo que simplemente ya no quiero estudiar, que lo mío es la lucha libre. Yo estaba seguro en ese momento que yo tenía un futuro aquí, que iba a triunfar, pero no estaba consciente de cuánto me iba a costar”, relata el luchador en entrevista con Reporte Índigo.
Con el miedo encima pero seguro de lo que quería, Príncipe Diamante tiene presente muy bien la respuesta de su padre, la cual, más allá de ser un regaño, fue un estímulo para continuar su sueño, palabras que más adelante comprendió.
“En ese momento pensé que se iba a enojar o algo parecido, pero no, la verdad es que me apoyó en todo sólo con una condición que aún tengo presente, y era que si me iba a dedicar a la lucha libre al 100 por ciento, tenía que ser sin distracciones de ningún tipo, y vaya que hasta el momento así ha sido, porque a pesar de que los vicios están presentes, no tomo o fumo.
“Hasta ahora entiendo que triunfar dentro de la lucha libre, tal vez, no solo sea un sueño mío, sino que tal vez sea un sueño compartido, porque mi papá quería ser luchador, pero las necesidades eran otras y en ese momento él tuvo que sacrificar sus sueños para darnos lo mejor a mi mamá, mi hermana y a mí”, indica.
Ese ejemplo que le puso su progenitor fue inspiración para tener objetivos claros en su carrera, pues desde su debut, su mayor deseo es “darle una mejor calidad de vida a mis padres”.
“Sé que suena complicado que un niño haya decidido a los 12 años seguir un sueño que tal vez más adelante podría haber cambiado, pero yo tengo un objetivo claro, y ese es que con ese sueño que estoy cumpliendo, y el cual inició hace 10 años, de verdad espero algún día sacar adelante a mi familia, porque así como mi papá me apoyó un día, y sacrificó sus sueños por nosotros, por qué no devolver el doble de lo que él me dio”, agrega.
Para tener una oportunidad así, de apuestas, la verdad es que me costó 10 años de mi vida, por eso es que tengo muchos sentimientos encontrados porque yo arriesgué todo para poder estar aquí en la Arena México
Príncipe Diamante es Compañero de su ídolo
Gracias a la lucha libre, Príncipe Diamante ha cumplido cada una de las metas que ha surgido en su camino como luchador, pues uno de los primeros recuerdos que tiene de este deporte es ver a su ídolo, Volador Jr., en una función, mismo que en algún momento supo que, tal vez, lucharía contra él.
“Yo conocí a Volador Jr. a la edad de 7 años, en ese momento yo pensaba como cualquier niño, quiero luchar como él, quiero luchar contra él, pero cuando llegué a la empresa y me dijeron que él iba a ser mi padrino, puedo decir que cumplí más allá de un sueño, pues luchar con tu ídolo y que aparte te apadrine, no hay palabras para explicarlo”, dice.
Aunque el triunfo del pasado 1 de enero lo tiene dentro de las figuras a seguir, Príncipe Diamante está consciente de que el camino todavía es largo, ya que su próximo objetivo a cumplir es estar en Homenaje a Dos Leyendas.
