¿Qué salvó la vida de Fernando Alonso?
Sano y salvo, sin ningún rasguño, se sienta a leer el periódico. “El hombre más afortunado del mundo” es la portada de Herald Sun la que lee Fernando Alonso, reflexionando un poco sobre lo que pasó en Australia y cómo fue que sobrevivió a tan aparatoso accidente.
Lo que hoy puede contar es un milagro. Pero nada de esto sería posible si la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y la Fórmula Uno no fueran tan minuciosos en sus pruebas contra todo.
Indigo StaffSano y salvo, sin ningún rasguño, se sienta a leer el periódico. “El hombre más afortunado del mundo” es la portada de Herald Sun la que lee Fernando Alonso, reflexionando un poco sobre lo que pasó en Australia y cómo fue que sobrevivió a tan aparatoso accidente.
Lo que hoy puede contar es un milagro. Pero nada de esto sería posible si la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y la Fórmula Uno no fueran tan minuciosos en sus pruebas contra todo.
La clave de su salvación tiene que ver con el cockpit (cabina de piloto), construido de hasta 60 capas de láminas de fibra de carbono que protegen la humanidad dentro del monoplaza.
Las paredes del cockpit deben resistir el impacto de 250 toneladas. En sus ensayos de tecnología, la FIA busca eficiencia con pruebas de impacto frontal de 15 metros por segundo, laterales de 10 metros por segundo y traseras de hasta 11 metros por segundo.
Esta estructura es capaz de absorber la energía en caso de accidente, y el resultado se vio principalmente protegiendo la cabeza de Alonso.
La zona interior del cockpit tiene una capa de seis milímetros de carbono y Zylon, el mismo material que se usa en los chalecos antibalas.
El asiento del piloto es otra pieza fundamental en estos accidentes. Está diseñado para poder extraer al mismo de forma que se prevengan lesiones en la médula espinal.
Otro detalle tiene que ver con el sistema HANS (Sistema de Soporte de Cabeza y Cuello) que se introdujo en 2003, y consiste en un collar de fibra de carbono que se apoya sobre los hombros del piloto. Está conectado al casco por dos tiras elásticas. Este elemento previene un estiramiento de las vértebras y evita que la cabeza del piloto pueda golpearse con el volante.
Estos detalles garantizan que en un impacto frontal el pecho del hombre no supere los 60G de fuerza, es decir, 60 veces su propio peso corporal.
“La razón por la que todavía estoy vivo es probablemente gracias a todo el fantástico trabajo que la FIA ha hecho durante los últimos 10 o 15 años para mejorar la seguridad”, declaró Fernando Alonso después del trágico accidente.
Esa curva 3 del circuito de Albert Park en Melbourne fue un desafío a la muerte, donde el español salió vencedor.
Después de volar y destrozar su auto contra los muros y el suelo, entonces pudo salir por su propio pie, según él porque le importaba que su madre no se asustara.
La vida de Fernando Alonso es ahora prueba fiel de que en cuestiones de seguridad la FIA puede apuntarse un acierto en tan peligroso serial. Con esto será un paso más para mejorar.
…Y no habrá castigo
Tras analizar el video de accidente, los oficiales de la Fórmula Uno determinaron que el fuerte contacto entre Esteban Gutierrez y Fernando Alonso, solo fue dictaminado como accidente de carrera.
“Ir tan cerca me hizo perder la referencia de la frenada, perdí el punto de frenada y frené demasiado tarde. Me lo llevé por delante. Lo bueno es que los dos estamos bien”, comentó Fernando Alonso.
Los Comisarios Deportivos que investigaron el accidente lo calificaron como “lance de carrera” y entendieron que no procedía ningún tipo de acción punitiva contra Fernando o Esteban Gutiérrez.
Pero la imagen es evidente. Es la rueda delantera derecha del McLaren de Alonso la que se montó sobre la trasera izquierda del Haas de Gutiérrez.
Fue entonces cuando Alonso salió volando catapultado y, luego dio vueltas en el aire antes de que el coche se golpeara contra la barrera de neumáticos.
En su carrera dentro de la Fórmula Uno, Fernando Alonso ya tiene un historial largo de accidentes sobre el bólido. El del domingo pasado fue el séptimo.