La victoria de Cleveland ante Pittsburgh en la ronda de comodines la temporada pasada marcó el inicio, ahora sí, de una nueva era en la División Norte de la Conferencia Americana.
Los Browns, que en la campaña de 2017 hicieron historia al ser el segundo equipo de la NFL en tener una marca de 0-16, por fin superaron los años de mediocridad y esta campaña apuntan a lo más alto para pelearle a Ravens y Steelers la cima del sector.
Así, será una guerra de tres equipos, mientras que los Cincinnati Bengals seguirán trabajando en su reconstrucción y ahora ocupan el lugar que por años tuvieron los Browns: el sótano de la división.
Browns Por el título divisional y mucho más
La temporada pasada, Cleveland vendió muy cara la derrota (22-17) en el Juego Divisional ante los Kansas City Chiefs. Ya demostraron de lo que son capaces, por lo que ir a la Postemporada este año es obligación.
Ante ello, el gerente general, Andrew Berry, pasó toda la temporada baja dándole al coach Kevin Stefanski todo lo que podía necesitar para potenciar el éxito de la temporada de 11-5 del año pasado.
Primero, mantuvieron a todos sus integrantes de la línea ofensiva, la cual, fue calificada como la mejor de la NFL. Además, con el regreso del receptor estelar Odell Beckham Jr., quien sólo jugó siete partidos en 2020 por una lesión de ligamentos, se tienen buenos pronósticos sobre el ataque de los Browns.
A la defensiva, John Johnson III, Troy Hill, Anthony Walker y Jadeveon Clowney proporcionaron mejoras en todos los niveles. Las adiciones de Greg Newsome II y Jeremiah Owusu-Koramoah dan solidez a un sector que tendrá como principales rivales en la AFC a Bills, Chiefs y Ravens, quienes tienen quarterbacks dinámicos que pueden hacer jugadas saliendo de la bolsa de protección.
Pero para demostrar que llegar al Super Bowl no es una idea descabellada, primero tienen que ganar su división. Además de sus dos enfrentamientos ante Baltimore y Cleveland, visitan a Kansas City, Minnesota y Green Bay. Calendario complicado, pero tienen con qué… a primera instancia.
Ya es hora de volar más alto
Luego de que en 2019 tuvieron récord de 14-2, en 2020, los Ravens registraron una temporada de 11-5, con lo que llegaron nuevamente a Playoffs y ahí, perdieron por segundo año consecutivo, en la ronda Divisional.
Para 2021, seguirán en los primeros planos; sin embargo, ya es tiempo de dar el siguiente paso y, por ello, han mejorado a una ofensiva que tiene en el quarterback Lamar Jackson a su máxima figura, pero hasta él necesita ayuda.
Por ello, trajeron a Sammy Watkins y Rashod Bateman para reforzar el juego aéreo y así redimensionar el ataque de unos Ravens que sólo saben correr el balón con Lamar Jackson o JK Dobbins.
Sin embargo, en la defensiva tienen ausencias de peso: se fue su mejor cazador de quarterbacks, Matthew Judon, y Yannick Ngakoue, por lo que deberán confiar en Tyus Bowser, Pernell McPhee y el novato de primera ronda Odafe Oweh.
Su objetivo es pasar la barrera del Juego Divisional, pero primero superar una final de temporada muy complicado, pues seis de sus últimos siete juegos son contra equipos con récords ganadores en 2020.
Mucho por trabajar aún
Cincinnati tiene marca de 6-25-1 en los dos años con Zac Taylor al timón, por lo que la presión por resultados será grande este año. Sin embargo, no parece que las cosas vayan a cambiar de manera significativa.
El QB Joe Burrow, primera selección del Draft 2020, viene de una lesión de ligamentos de la rodilla izquierda. En sus 10 aperturas, demostró que tiene un futuro promisorio en la liga y más porque le han traído a su blanco favorito de LSU, Ja’Marr Chase.
Chase formará un emocionante trío de receptores con Tyler Boyd y Tee Higgins.
Sí, la ofensiva avanzará, pero la defensa sigue siendo un problema evidente. Cincinnati contrató a Trey Hendrickson, pero perder a Carl Lawson hace que ese movimiento sea casi neutral. Agregaron también a Chidobei Awuzie, Mike Hilton y Larry Ogunjobi, lo que les da más experiencia, aunque es difícil decir que los hará mejores.
Así, Cincinnati ganará un par de juegos más que en 2020, pero hasta ahí.