Se les va el tren

Las últimas tres veces que se han enfrentado, los Empacadores de Green Bay han sabido detener a la ofensiva de los Halcones Marinos y se han llevado los triunfos; sin embargo, esa tercia de juegos han sido en la casa de los ‘cabezas de queso’.

La historia es diferente cuando el choque es en el nido de Seattle, donde las últimas tres ocasiones que han jugado ahí, las victorias fueron para los de casa, incluida una en Postemporada, pero del calendario regular, la visita más reciente de los Empacadores a la ciudad esmeralda fue en septiembre de 2014, previa a la de Playoffs de enero de 2015.

Los dos equipos acostumbraron a sus seguidores a verlos en las primeras posiciones de la liga, pero este año la historia ha sido diferente y la baja de nivel los puso a ambos en una situación en la que a mitad de la temporada su lugar en la ronda de finales está en alto riesgo de evaporarse.

En el caso de los Empacadores (4-4-1) la urgencia aún no es tan grande, se encuentran a dos triunfos del primer lugar del Norte de la Nacional que son los Osos de Chicago y uno detrás de los Vikingos de Minnesota, pero una derrota más los acerca al sótano que actualmente ocupan los Leones de Detroit.

Por otra parte, los Halcones Marinos (4-5) tienen la complicada situación de que su división, la Oeste de la Nacional, tiene a los Carneros de Los Angeles que son el mejor equipo de la liga, por lo que más allá de intentar alcanzarlos deben sumar más victorias que les den un boleto de Comodín.

Históricamente la serie favorece a los Empacadores en temporada regular, con marca de 13-8, así como en Postemporada con 2-1. Otra situación a tomar en cuenta es que los Halcones Marinos no han hecho valer su localía este año, con un ganado y dos perdidos, además de llegar con dos derrotas consecutivas.

Pero el ‘background’ de los Empacadores fuera del Lambeu Fieldes de horror, ya que las cuatro salidas de 2018, a Washington, Detroit, Los Angeles (Carneros) y Nueva Inglaterra han resultado en derrotas.

Los dos equipos necesitan que sus quarterbacks recuperen el nivel que los ha caracterizado. Aaron Rodgers tiene la ventaja que en esas cuatro derrotas en ruta no ha sido interceptado, mientras que Russel Wilson no ha conseguido un juego de 300 yardas este año, pero ha estado muy activo como corredor, incluso la semana 10 tuvo una escapada de 92 yardas ante Carneros.