Motores, velocidad, adrenalina y ruido… mucho ruido. Así ha sido la Fórmula 1 desde que inició.
Este evento se ha caracterizado por las emociones a flor de piel dentro y fuera la pista pero, principalmente, por los estruendosos sonidos que desprenden los carros y la reacción del público al escucharlos.
A partir de este año, la F1 dio un giro diametral al cambiar los motores de V8 a V6 Turbo. Las reacciones frente a los nuevos motores han destacado en medios y redes sociales. Esto debido a que, para los detractores, las carreras han perdido el sentido.
Incluso hay quienes se quejan de que dichos motores no solo son caros, sino que sí han cambiado la esencia de la F1.
El usuario JonZ, de YouTube, publicó un video en dicha plataforma, en el que se muestra la comparativa entre el sonido de los motores. JonZ acudió a la F1 tanto en el 2013, como al arranque este año, se sentó en el mismo sitio y grabó todo desde el mismo ángulo.
Los comentarios inundaron la publicación de JonZ. La mayoría se mostró inconforme, hasta que, a partir de la semana pasada, llovieron opiniones a favor, en las que resalta que ahora no se escuchará el “ruido”, pero sí los sonidos de las llantas cuando los pilotos giran en las curvas. Ahora, ese ruido se ha transformado en una sinfonía de acero y velocidad.
Claire Williams, jefa adjunta de Williams Martini Racing, declaró que “personalmente, me gusta el sonido de los motores (…) creo que la gente se acostumbrará rápidamente a cómo suenan (ahora) los nuevos motores, hemos tenido muchos cambios en diferentes décadas, y rápidamente te olvidas cómo sonaba un motor anterior”.
El expiloto Martin Brundell señaló que los tapones en los oídos ya no son necesarios, y dijo que “se podía escuchar la megafonía por primera vez, y también otros sonidos, como el ruido mecánico y la tortura a los neumáticos”.
Pero para Brundell, “los turbo de los 84 cilindros en línea sonaban mejor, con más volumen, y más musicales (…) hoy no hay volumen suficiente, y se ha perdido algo de intenso drama”.
Dentro y fuera de las escuderías, ya se habla de posibles cambios en los motores. E incluso se considera regresar a los motores V8 para recuperar la acústica potente y tradicional de las carreras de autos.
Parecer ser irrelevante, pero esa acústica en la F1 no solo influye en la pasión de los espectadores, la adrenalina de los pilotos o los intereses de los equipos, sino que sí se ha traducido en problemas para promotes y claro, para la mercadotecnia.
Bernie Ecclestone, jefe de la F1, comparó los nuevos motores con aspiradoras y aseguró en Reuters que “uno o dos promotores me han contactado para hacerme saber lo descontentos que están (…), he hablado con Luca di Montezemolo (presidente de Ferrari), y dijo que nunca había tenido tantos correos electrónicos en su mesa quejándose y diciendo que esto no es Fórmula 1″.
Y Sebastian Vettel, piloto alemán de Red Bull, calificó la experiencia de correr con los nuevos motores como “una mierda (…) La (pit wall) es más silenciosa que un bar (…) Recuerdo cuando era pequeño y veía las carreras en Alemania, recuerdo el rugir de los motores. Eso ya no lo tenemos”.
Se rumora que Red Bull podría tener un motor propio. Pero como aseveró Toto Wolff, director ejecutivo de Mercedes F1, “si es lo que gusta, volvamos a los V10 y V12, y dejemos la tecnología híbrida. Esta es la tecnología moderna, por aquí es hacia donde van los coches de calle, debemos aceptar que la Fórmula ha cambiado”.
Un híbrido de los pits a las calles
Los V6 1.6 Turbo no solo cuentan con sistemas de recuperación de energía, sino que podrían revolucionar el automovilismo más alla de la Fórmula 1, y es que como comentó Toto Wolff, hacia eso van los coches de calle.
Los V6, respecto a los motores de 4 cilindros, tienen mayor refinamiento, funcionan con más suavidad y responden uniformemente si se refiere a potencia. Además, son más longevos mecánicamente hablando.