Antes de que Andy Ruiz se convirtiera en el primer mexicano en conquistar el título de los Pesos Pesados en una organización del mundo del boxeo, ‘The Distroyer’ tuvo que batallar para recibir una oportunidad por el campeonato, ya que muchas personas no lo consideraban con el talento suficiente para sostener un compromiso de esa magnitud.
Sin embargo, cuando la oportunidad llegó, el pasado 1 de junio, Ruiz Jr., aseguró que sólo demostró arriba del ring la constancia y esfuerzo que su padre le inculcó en este deporte, ya que indicó que si él es Campeón Mundial de los Pesos Pesados se debe en gran parte a la insistencia de su progenitor cuando aún estaba en categoría amateur
“Él sabía (su papá) que yo tenía el talento, me lo decía muchas veces. Él me dijo que no aflojara que iba llegar mi momento y ese momento llegó un año después de que yo pensaba en retirarme, yo ya no quería boxear porque no me alcanzaba, quería buscar otra cosa, y él me dijo que no, que siguiera”, reconoció el campeón.
Tradición familiar
Además de ser conocido como ‘The Distroyer’, Andy Ruíz también se ha ganado el mote del ‘Campeón Snicker’, ya que tiene una fascinación y tradición muy particular con esos chocolates y es comer uno antes de cada pelea, peculiaridad que le inculcó su padre.
“Mi papá me decía que me comiera uno antes de pelear porque esos chocolates tenían el ‘punch’, tenían la fuerza, y yo pues de chiquillo lo hacía porque le creía, pero ya fue una costumbre que adopté mucho y ahora lo hago antes de pelear.
“Sólo que eso no lo saben, pero antes de pelear con Anthony Joshua no me dejaron comer mi chocolate, y la verdad es que sí salí enojado porque pues era tradición para mí y los de la comisión no lo entendieron”, relató.