Tigres, el cementerio de los prospectos

Los Tigres se han consolidado como uno de los mejores equipos de la LigaMX, a base de inversiones fuertes han logrado títulos, pero no todas sus apuestas en jugadores han funcionado
Manuel Cuéllar Manuel Cuéllar Publicado el
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Tigres se ha caracterizado como uno de los clubes que le gusta realizar inversiones fuertes para contratar jugadores cada torneo de la Liga MX, ‘seduciendo a billetazos’ a futbolistas con prometedor futuro dentro del balompié nacional, y aunque muchos de ellos llegan a encajar en el sistema de juego de Ricardo Ferretti, otros simplemente ni siquiera son tomados en cuenta para jugar semana a semana.

El caso más actual en esa situación es la de Jürgen Damm, quien antes de que la pandemia del Covid-19 frenara toda actividad deportiva en México y en el mundo, anunciaba que el siguiente semestre futbolístico dejaría a Tigres para ir a un equipo que lo valore como jugador y le dé minutos de juego.

“Lo mejor es en junio tomar otro camino y no hay más que agradecimiento para esta institución. Cumpliré mi contrato como profesional. Le hice saber a la directiva que no renovaría, ellos me ofrecieron un nuevo contrato, pero mi tema no es económico, nunca pedí más dinero”, anunció en febrero.

La molestia del jugador se hizo visible en la última conferencia de prensa que tuvo en la Sultana del Norte, ya que su paso por el equipo universitario no fue el que esperaba, pues fue contratado como una promesa el futbol mexicano cuando salió de Pachuca; sin embargo, su talento jamás pudo explotar bajo al mando del ‘Tuca’ Ferretti, ya que esperaba que su estadía fuera menor a la acordada, debido a que era claro candidato a jugar en Europa, situación que nunca se concretó.

No obstante, así como Jürgen Damm, han habido otros jugadores que tuvieron el mismo destino que el mexicano, con una presentación muy prometedora, pero que al final salieron del club por la poca actividad en la cancha.

Uno de los jugadores que más reciente vivió esa situación fue Ismael Sosa, quien tras consagrarse como figura en Pumas, donde fue goleador, no pudo hacer lo mismo cuando llegó a Tigres, pues la competencia con otros delanteros, especialmente extranjeros, no lo dejaron lucir, saliendo siempre desde la banca en cada oportunidad.

Situación similar vivió el colombiano Luis Quiñones, sólo que su situación fue diferente. Quiñones primero llegó a Tigres después de jugar en Colombia, pero como le hacía falta adaptación al futbol mexicano fue prestado a Pumas, donde demostró un buen nivel de juego siendo un pilar fundamental para llegar a la Final en 2015.

Después de demostrar su calidad de juego, Quiñones regresó a Tigres, pero su estilo de juego simplemente no se adaptó al de Ferretti. Eso ocasionó su salida del club para llegar a los Lobos BUAP y a Toluca, donde demostró nuevamente, con un buen nivel de juego, que el problema no era él.

Fracaso Europeo en Tigres

André-Pierre Gignac es el primer jugador europeo que tiene un gran impacto en Tigres, pero antes de él hubo otros refuerzos que pasaron sin pena ni gloria por el equipo de San Nicolás de los Garza, pese a que destacaron en sus respectivos clubes en el Viejo Continente.

El más recordado es Andy Delort, un compatriota de Gignac, con quien se tuvieron grandes expectativas, pensando que haría una dupla explosiva con André, pero no fue así. Delort solo duró una temporada con la piel felina y con un papel secundario que le dejó pocos minutos de acción.

Un caso del cual los Felinos tienen muy malos recuerdo es el del nigeriano Ikechukwu Uche, quien antes de llegar a Nuevo León triunfó con el Villarreal en España; sin embargo, ese buen papel en LaLiga no fue suficiente para ser protagonista en México.

Con Tigres, Uche sólo disputó un partido y anotó un solo gol, pero de ese partido en adelante, las lesiones fueron su principal problema y no logró destacar o rendir lo que se esperaba en la Liga MX, provocando inmediatamente su salida del club.

Otro de los principales problemas que tiene Tigres es la falta de confianza en sus canteranos, ya que a pesar de que demuestran que tienen el nivel suficiente para triunfar, no reciben el voto de confianza por parte del técnico y un ejemplo de eso es Jonathan Espericueta, Campeón Mundial Sub-17.

El jugador originario de Monterrey esperaba ser un referente en Tigres o, al menos, recibir la oportunidad de jugar en el primer equipo, lo cual no consiguió y justo cuando era llamado por el ‘Tuca’, sólo era para partidos sin relevancia.

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