La Asociación de Fútbol Argentino confirmó este martes que la selección albiceleste no viajará a Israel para disputar contra la selección local el último partido amistoso previo al Mundial, esto tras una serie de protestas pro-Palestina y amenazas contra Lionel Messi.
La decisión fue tomada pocas horas después de que un decena de activistas pro-palestinos protestaron con camisetas albicelestes manchadas de sangre frente al complejo deportivo del Barcelona, donde la selección de argentina realiza su preparación para el torneo internacional.
El partido iba a celebrarse originalmente en Tel Aviv, pero se cambió la sede al estadio Teddy de Jerusalem, el cual tiene mayor capacidad, sin embargo está situado en el vecindario de Malha.
Dicha región es recordada históricamente por la destrucción de una aldea palestina durante la guerra que estableció a Israel hace 70 años.
Por si esto fuera poco, la sede del encuentro se encuentra a menos de 100 kilómetros de línea limítrofe con Gaza.
Las protestas comenzaron en Buenos Aires, frente a la sede de la AFA. Además, el presidente de la Federación Palestina de Futbol convocó el domingo pasado a quemar imágenes y camisetas de Messi si jugaba ante Israel.
De acuerdo con el sitio de noticias israelí Haaretz, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se comunicó telefónicamente con su homologo Mauricio Macri, con el fin que éste intercedieran ante la AFA para no cancelar el juego.
“Nuestra esperanza es que el pueblo argentino y los integrantes de la selección tengan conciencia del crimen del cual están siendo partícipes si juegan este partido en Jerusalén”, agregó.
La cancelación del amistoso significa una victoria para una campaña pro palestina global. Este movimiento impulsa boicots, desinversiones y sanciones contra Israel como una forma de promover la causa palestina por medios no violentos.