El primer triunfo de Irán en un Mundial después de siete partidos de este tipo y 20 años quedó marcado por la valentía de una aficionada de este país, quien exiliada de su nación se manifestó porque el régimen clerical de esa nación le permita a las mujeres ingresar a los estadios de futbol.
Ser mujer en Irán es una situación complicada más allá de los estadios de futbol. Desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, encabezada por el Ayatola Jomeini, se impusó una ley clerical en la que las mujeres son obligadas a utilizar la hiyab, una vestimenta que les cubre todo el cuerpo excepto la cara y no pueden, entre otras actividades, asistir a los estadios deportivos.
De acuerdo con el movimiento ‘Open Stadiums’, el 5 de octubre de 1981 fue la última ocasión en que las mujeres estuvieron presentes en un campo deportivo y solo en 2005, en medio de elecciones, les permitieron ingresar para ver la mitad de un juego eliminatorio al Mundial de Alemania 2006.
Desobedecer las leyes puede ser muy caro para las iraníes, la Policía Moral se encarga de supervisar que todas porten la vestimenta obligatoria y de lo contrario pueden ir a la cárcel, no obstante cada vez es más común observar videos en redes sociales donde las mujeres comienzan a rebelarse contra las imposiciones de los ultraconservadores.
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El pasado viernes 15 de junio, el juego entre Irán y Marruecos estuvo falto de emociones, y aunque los asiáticos consiguieron su segundo triunfo en un Mundial, el previo fue antes Estados Unidos en Francia 1998, las imágenes que le dieron la vuelta al mundo fueron las protestas afuera y en las tribunas del Estadio de San Petersburgo, con mantas en exigencia de la inclusión femenina en los estadios.
La impulsora de esta iniciativa fue entrevista por el diario español El País, bajo el nombre falso de Sara, explicó que en un inicio hasta los hombres con mayor educación en Irán consideraban que las mujeres no deberían ingresar a los estadios, pero la lucha en contra de esas ideas les ha valido ganar apoyo desde las altas esferas intelectuales persas, aunque para el gobierno admitirlas en los estadios se vería como una derrota y el inicio de la exigencia de más derechos.
Este miércoles Irán se enfrenta a España con pocas posibilidades de una victoria en el campo, pero con la posibilidad de que el mundo vea una nueva manifestación a favor de la inclusión, ya que la FIFA aseguró que no prohibirá las pancartas para este tema.
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Irán es el único país que prohibe a las mujeres asistir a los eventos deportivos, ya que Arabia Saudita permitió en enero pasado que sus ciudadanas vayan a los estadios.