Un deporte de… 18 minutos

Mientras las Grandes Ligas analizan algunas opciones para reducir el tiempo de los partidos y ya no tener encuentros que superen las tres horas, un trabajo del The Wall Street Journal (WSJ) reveló que el béisbol de la Gran Carpa, es un deporte que no llega a los 20 minutos de juego efectivo.

Según cálculos de este diario, un aficionado al béisbol verá solamente 17 minutos y 58 segundos de acción en el transcurso de un juego de tres horas. 

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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1h14’49”
es el promedio que hay en el “tiempo entre lanzamientos” en las Grandes Ligas
El período más largo sin acción en este deporte es el “tiempo entre lanzamientos”, los segundos que toma el pitcher entre cada envío

Mientras las Grandes Ligas analizan algunas opciones para reducir el tiempo de los partidos y ya no tener encuentros que superen las tres horas, un trabajo del The Wall Street Journal (WSJ) reveló que el béisbol de la Gran Carpa, es un deporte que no llega a los 20 minutos de juego efectivo.

Según cálculos de este diario, un aficionado al béisbol verá solamente 17 minutos y 58 segundos de acción en el transcurso de un juego de tres horas. 

Esto es aproximadamente el equivalente a una plática de TED Talk, la sección que falta en las cintas de Watergate o apenas dos minutos más del medio tiempo en los partidos de futbol.

Desmenuzando el béisbol

Para llegar a esta cifra, el WSJ cronometró las acciones de tres partidos diferentes y la sincronización de todo lo que sucedía en cada uno de ellos. 

Posteriormente, se categorizaron las partes del juego que podrían ser consideradas de acción y se promediaron los resultados. 

Los casi 18 minutos del resultado final incluían, pelotas en juego, intentos de bases robadas, wild pitches, cada uno de los lanzamientos (bolas, strikes, fouls y golpes a la pelota) y caminatas de bateadores (luego de jonrones o hits). 

Esta fórmula para promediar el tiempo efectivo de juego incluso pudo ser algo generosa, ya que si se tomaba como “acción” solo el momento cuando todos en el campo estaban corriendo para hacer algo (pelotas en juego o avances de los corredores) el tiempo efectivo disminuiría a cinco minutos con 47 segundos.

Los juegos que se analizaron fueron el de la victoria de los Mellizos 3-2 sobre los Tigres de Detroit, que se jugó el 3 de abril. El del triunfo de 19-6 de los Indios sobre los Astros, jugado el 20 del mismo mes, y el del triunfo de los Nacionales de Washington 1-0 sobre los Rojos el día 26.

El primer juego tuvo una duración de tres horas y un minuto, el segundo se extendió a tres horas con 45 y el último juego fue de dos horas con ocho minutos.

Al final se demostró que hay muchos tiempos muertos, donde no sucede nada y esto empequeñece todo lo que pasa en el juego.

Solo 10 por ciento de acción

Al definirse los 17 minutos con 58 segundos como tiempo efectivo de juego, y compararse con las 2 horas y 58 segundos, que es el promedio de duración de un partido de Grandes Ligas, el porcentaje de acción en un juego de béisbol es de 10 por ciento. 

Esto deja el otro 90 por ciento del partido como tiempo muerto. 

De cualquier forma, asistir a un parque de pelota es toda una experiencia de la que solo se puede opinar, luego de haberla vivido plenamente, sin importar que solo se asista para ver menos de 20 minutos de verdadera acción.

Muchos ‘rituales’, pocas acciones

Los peloteros consumen tiempo entre cada lanzamiento, cada bateador y cada entrada, lo que aumenta la extensión del juego

El “tiempo entre bateadores” registró un promedio de 33 minutos con 39 segundos. Este registro se dio desde que el jugador quita la dona del bate, se anuncia su nombre en el sonido local, se escucha una canción mientras camina a home, sacude la tierra de sus zapatos y realiza la rutina de escupir y ajustarse la entrepierna. 

Ese “tiempo entre bateadores” concluye cuando el pitcher le comienza a lanzar a un nuevo bateador. 

El “tiempo entre innings” promedió 42 minutos con 41 segundos. Este es el momento para ver el marcador, disfrutar de las dinámicas con la gente, ir a comprar un refresco, algo de comer o ir al baño, mientras que en la televisión esto se aprovecha para transmitir comerciales.

En gran medida el período más largo sin acción es el “tiempo entre lanzamientos”. Esto promedió una hora, 14 minutos y 49 segundos. 

Técnicamente, el “tiempo entre lanzamientos” comienza con el último lanzamiento al bateador, ya sea cuando el catcher toma la pelota o ésta se va de foul, y termina cuando el pitcher da su siguiente lanzamiento. 

Este tiempo incluye el acomodo y reacomodo de los guantes del bateador, el ajuste de sus mangas, de su casco, los swings de práctica, además de todo lo que hace el pitcher en el montículo, como es el recibir las señales y mirar hacia abajo. 

Después de todo este ritual llega el lanzamiento y finalmente hay algo de acción en el diamante. El asunto es que hay cerca de  150 lanzamientos por cada equipo en un partido de Grandes Ligas.

La cantidad de inactividad durante un juego de ligas mayores ha ido en aumento. Esta temporada el promedio de juego de tres horas y tres minutos es la duración más larga de un partido desde que la compañía Stats LLC comenzó a darle seguimiento a los números en 1987. Hace 26 años, el promedio era de dos horas y 52 minutos. 

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