Cuando se creía que los Vikingos de Minnesota se hundirían comenzaron a llegar las críticas hacia Kirk Cousins, quien parecía no corresponder a su contrato multianual y de más de 80 millones de dólares, hasta que el pasador cambió de chip.
Con la posibilidad de alcanzar seis triunfos en la temporada y mantener a los Vikingos a la sombra de los Empacadores de Green Bay, que mantienen el liderato de la División Norte de la Conferencia Nacional, Cousins se enfrentará por primera ocasión a su anterior equipo: los Pieles Rojas de Washington.
Fueron seis años los que estuvo Cousins enfundado en el jersey del club de la capital estadounidense, tres como titular, y de esas solo en uno, en 2015, avanzó a Playoffs, pero quedaron fuera en la primera serie.
Esos antecedentes dejaron en el quarterback cierta frustración, lo que lo llevó a cambiar de ciudad para buscar mejores resultados, pero en su primera temporada con los Vikingos, el año pasado, la Postemporada no fue para ellos.
Aunque las estadísticas presentan un choque sumamente parejo, pues en temporada regular la marca es 11-10 a favor de Minnesota y en Playoffs es 2-3 para Washington, con un total en empate a 13 ganados por bando, el presente es muy distinto para cada uno.
Por una parte, los Vikingos acumulan tres victorias consecutivas, ante Gigantes de Nueva York, Águilas de Filadelfia y Leones de Detroit, con Cousins lanzando más de 300 yardas en cada una de ellas, por otra, los Pieles Rojas solo pudieron ganar a los Delfines de Miami y su frágil defensa y nulo ataque comandado por Case Keenum, expasador de Minnesota, los tiene con seis derrotas.