El anuncio de la compra de ARM por parte de NVIDIA se dio desde el 2020; sin embargo, será imposible llevar a cabo.
Un duro golpe para la industria de los videojuegos pero aún más para la tecnológica. Desde el año 2020 la compañía NVIDIA anunció sus intenciones de comprar ARM. Se trata de de la compañía con la licencia de crear la mayoría de los chips en los teléfonos inteligentes. Sin embargo desde el principio del anunciamiento hubo más que solo cejas levantadas. La unión también generó abierto rechazo por inversores y órganos reguladores. Esto debe sonar familiar pues ahora Microsoft se encuentra en una situación similar tras anunciar la compra de Activision/Blizzard. (Recuerdan la trillada frase ‘solo faltan las revisiones de rutina del trato y quedará cerrado’. Pues esas revisiones son más que solo trámite).
La Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos fueron quienes, entre otros órganos reguladores, rechazaron el trato. (Esta misma comisión está ahora revisando el trato de Microsoft) La razón es para evitar monopolios. Se llegó a la conclusión de que de haberse cerrado la compra de ARM, NVIDIA hubiera acaparado suficiente del mercado tecnológico. Con ese poder, se argumenta, habría puesto en riesgo la calidad de los productos, subido injustamente precios y endurecido el trato con trabajadores. A pesar del fracaso en las negociaciones, NVIDIA anunció que seguirá trabajando con ARM en una estrecha relación como se había hecho desde antes.
Originalmente, la compra se iba a cerrar en 60 mil millones de dólares. De haberse concretado hubiera sido la compra más grande en el sector de los chips. Aún así la compra de Microsoft es más grande por 10 mil millones y eso es razón suficiente para no quitar el dedo del renglón. El veredicto final de NVIDIA y ARM tardó dos años en llegar. Eso significa que con Microsoft y Activision/Blizzard puede ir para largo.
