La Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos concretaron una versión final de la Reforma Fiscal, pero hay incertidumbre por la votación del proyecto de ley de impuestos, que ocurrirá a media semana.
La versión final acordada dice que la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que pagan las empresas se reducirá desde un nivel de 35 por ciento a uno de 21 por ciento.
El proyecto del código tributario fue publicado la semana pasada en el sitio web de la Cámara de Representantes.
Luego de ser votada al interior de la Cámara de Representantes y en el Senado se turnará al presidente Donald Trump, quien la “sellará” con su firma.
La iniciativa de Ley fue unificada en el Comité de Conferencia e indica en sus primeras páginas que las enmiendas a la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos son las primeras en realizarse desde 1986.
Ahora, se espera que el recorte a la tasa de impuestos entre en vigor en 2018, en vez de 2019 como lo había propuesto el Senado estadounidense.
En cuanto a las personas físicas, el plan establece una tasa impositiva individual máxima de 37 por ciento, que es inferior a la tasa de 39.6 por ciento actual.
Las empresas estadounidenses con operaciones internacionales tendrán la oportunidad de repatriar su dinero mediante un pago único de 15.5 por ciento para el caso del efectivo y de 8 por ciento para otros activos menos líquidos.
La reforma fiscal de Estados Unidos ha sido considerada por la opinión pública como la primera victoria legislativa significativa de la administración de Trump, que inclusive restaría presión a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“La incertidumbre de que el proyecto de ley será aprobado por el Congreso así como las dudas sobre el efecto favorable que tendrá sobre el crecimiento económico de Estados Unidos , son los principales factores que debilitan al dólar”, aseguró un reporte de Banco Base.
Presión para el tipo de cambio
El gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, advirtió que el tipo de cambio tendría una presión adicional con la reforma fiscal de Estados Unidos.
La semana pasada, el banco central sorprendió a ciertos participantes del mercado con un alza de 25 puntos base en la tasa de interés de referencia, con lo que cerró el año en un nivel de 7.25 por ciento, en un entorno de presiones sobre la inflación y el riesgo de que la depreciación del peso frente al dólar se traduzca en un traspaso al nivel de precios.
Durante el presente mes, el peso se ha depreciado alrededor 2.6 por ciento, sobre todo por la fortaleza del dólar en medio del optimismo en Estados Unidos por la aprobación del plan fiscal de la administración de Donald Trump.
Al respecto, precisó que el tema quedará más claro en los próximos tres meses y que el banco central mexicano está en comunicación con la Secretaría de Hacienda, que está siguiendo el asunto con mucho “cuidado y detenimiento”.