Al borde del ‘default’
Argentina se encuentra al borde de caer en un incumplimiento de pagos, o default, por segunda vez en los últimos 15 años, al no alcanzar un acuerdo con la totalidad de los tenedores de bonos de su deuda soberana antes de la fecha límite de pago.
Ante la falta de acuerdo para resolver la situación de su deuda, ayer el país latinoamericano entró en un default técnico al ser incapaz de realizar un pago de 539 millones de dólares sobre su deuda, y ahora tiene 30 días para resolver la situación antes de entrar en un default formal y caer en una crisis financiera.
Rolando HinojosaArgentina se encuentra al borde de caer en un incumplimiento de pagos, o default, por segunda vez en los últimos 15 años, al no alcanzar un acuerdo con la totalidad de los tenedores de bonos de su deuda soberana antes de la fecha límite de pago.
Ante la falta de acuerdo para resolver la situación de su deuda, ayer el país latinoamericano entró en un default técnico al ser incapaz de realizar un pago de 539 millones de dólares sobre su deuda, y ahora tiene 30 días para resolver la situación antes de entrar en un default formal y caer en una crisis financiera.
Los títulos en cuestión se han visto envueltos en un conflicto legal desde la caída en incumplimiento de pagos de 95 mil millones de dólares de deuda argentina en el 2001.
Aunque Argentina había logrado un acuerdo de reestructuración con el 92 por ciento de sus tenedores de bonos y había comenzado a pagarle bajo estos términos, el 8 por ciento restante demandó el pago completo de la deuda, incluyendo intereses y cargos generados por no pagar a tiempo.
Y ahora, tanto un juez federal estadounidense como la Suprema Corte de ese país han resuelto que Argentina no puede reestructurar su deuda ni realizar pagos sobre esta sin la total aprobación de los tenedores de bonos.
‘Abiertos a negociar’
Aunque el gobierno argentino mantiene estar abierto a negociar con los tenedores de bonos para solucionar la situación, tanto sus comunicados oficiales como las declaraciones de sus oficiales siguen una línea hostil.
Han llamado “usureros” a los tenedores que se han rehusado a aceptar la reestructuración de su deuda, y argumentan que el juez estadounidense Thomas Griesa está abusando de su poder de forma “caprichosa”.
Y aunque inversionistas y analistas esperan que el gobierno deje de lado esta retórica y logre un acuerdo dentro del periodo de gracia, buscando recuperar acceso a los mercados financieros internacionales para sacar a su país de la recesión, aún no es claro cómo logrará esto.