Foxconn es una empresa china conocida por dos cosas: sus inmensas fábricas del tamaño de pequeñas ciudades, y por ser proveedora de Apple.
La empresa ha sido evidenciada en los medios de comunicación al exponer la condiciones laborales de sus miles de empleados, que viven en dormitorios en la misma fábrica y trabajan largos turnos.
Por temor a más represalias y huelgas, la empresa ha invertido millones de dólares para aumentar salarios y mejorar las condiciones de trabajo.
En su último reporte, las ganancias cayeron de más de mil millones a 509 millones de dólares, por los cambios laborales implementados.
Sin embargo, aquello no ha sido suficiente, pues los ánimos siguen tensos.
El domingo, más de 2 mil trabajadores en una fábrica protagonizaron un motín, que la empresa catalogó como “una pelea entre trabajadores”, donde resultaron heridas 40 personas y que obligó a que la producción se detuviera.
Y si bien los directivos omitieron datos sobre la producción de la fábrica, ya hay rumores sobre el impacto que esto tendría para Apple.
Ayer, Apple dio a conocer sus ventas en el primer fin de semana del iPhone 5. Estas rompieron récord, pero estuvieron debajo de lo esperado por los analistas puesto que había una menor oferta esperada.
Cinco millones de los dispositivos fueron comprados por consumidores, pero aun así hay órdenes que se realizarán hasta octubre, según la empresa.
Diversos analistas encuestados por Bloomberg esperaban que las ventas fueran mayores, desde 6 hasta 10 millones de unidades durante el fin de semana del lanzamiento.
Sin embargo, los expertos parecen estar de acuerdo en que las menores ventas fueron por problemas de oferta, más que demanda por el nuevo aparato.
De acuerdo con un artículo en Business Insider, la fábrica de Foxconn en problemas maquila más partes para Nintendo que para Apple; pero aún así, este último episodio violento puede ser el síndrome de cambios importantes que amenazan a la estabilidad laboral en China.
Los sueldos, su mayor ventaja comparativa, han estado aumentando a pasos agigantados por situaciones similares.
Las empresas más dependientes de China en su cadena de suministro, como Apple, sufrirán las consecuencias en órdenes no cumplidas si la problemática laboral no se soluciona.
Por lo pronto, el director ejecutivo de Foxconn no se ha esperado a que el tiempo decida el futuro de su empresa.
En los últimos años se ha diversificado, abriendo operaciones en Brasil, Vietnam y México.