Se espera que durante el transcurso de la semana Twitter, la red social de micro-blogging, haga pública su oferta para cotizar en la bolsa.
Para hacerse pública, la empresa estadounidense con presencia mundial ha decidido actuar con cautela para evitar ser afectada por un optimismo exagerado.
Esto demuestra que Twitter aprendió de los errores que cometió Facebook cuando se hizo pública y no cumplió con las expectativas creadas.
A diferencia de la oferta que realizó el año pasado la red social de Mark Zuckerberg, Twitter, al amparo de nuevas disposiciones legales, presentó en julio de manera privada su oferta inicial para cotizar en la bolsa.
Dos meses después, la empresa anunció a través de las redes sociales su deseo de hacerse pública, con la intención de adelantarse a posibles filtraciones de información en los medios que pudieran causar una ola de frenesí entre los agentes financieros.
Esta preparación le ha otorgado a Twitter negociar tanto con los bancos que llevarán a cabo la colocación de sus acciones, como con los grandes posibles inversionistas que pueden estar interesados en tener un pedazo de la red social.
A revelar datos
La información que se hará pública próximamente promete dar una radiografía completa a la estructura y finanzas de Twitter que acabará de una vez con las especulaciones.
Existen tres datos principales a los que hay que poner especial atención:
El primero está relacionado con los resultados financieros de la empresa, cuántos ingresos tiene, cuáles son sus gastos y qué utilidad neta produce.
Esta información servirá para conocer las áreas del negocio que dejan más dinero, la publicidad en la red y la venta de datos empresas de mercadotecnia.
Otro dato que dará a conocer serán los factores de riesgo a los que se enfrenta la empresa. Cuando Facebook se hizó pública resaltó que había un riesgo de que sus espacios publicitarios redujeran con la migración de la red social a los celulares, lo que provocó un mal desempeño de las acciones.
En tercer lugar, Twitter está obligada a publicar quiénes son sus principales accionistas actuales.
Parte de esta información ya se conoce: el cofundador de la empresa, Ev Williams, declaró recientemente que posee una participación del 15 por ciento, pero existen muchos otros involucrados y ejecutivos que no se han hecho públicos.
La empresa se encuentra legalmente obligada a difundir los nombres de cualquier persona que tenga más del 5 por ciento de las acciones actuales.
Twitter tiene la obligación de divulgar los riesgos de cualquier persona que posea más del 5 por ciento de la empresa, así como a cualquier miembro de su junta directiva y algunos altos ejecutivos.
Para un inicio que ha recaudado más de mil millones de dólares en fondos privados y ya no está a cargo de sus fundadores, la lista de los principales accionistas deben ser revelados.
