Bancos bajo ataque

El sistema bancario global se está enfrentando a la primer amenaza cibernética de gran escala. A pesar de que ha habido numerosos intentos de hackers para infiltrarse en los sistemas de los bancos, los casos de éxito están relacionados con penetraciones de bajo perfil que afectan a clientes individuales.

Ahora, la integridad misma del sistema está en juego. Swift, la plataforma mundial de mensajes bancarios que es utilizada por más de 11 mil instituciones financieras para hacer transferencias, anunció que la red de dos de sus clientes fue penetrada por hackers.

Esto ocurre después de que en febrero, hackers se infiltraron en el sistema del banco central de Bangladesh y lograron transferir 81 millones de dólares, a través de Swift, hacia cuentas en Filipinas.

Swift se negó a revelar cuáles fueron los dos bancos afectados por los últimos ataques o si se había comprometido la ejecución de transferencias. No obstante, señaló que ambas infiltraciones cuentan con un gran número de similitudes técnicas respecto del modus operandi del caso del banco central de Bangladesh. 

En ese sentido, la firma que administra la mayor parte del sistema  global de transferencias bancarias agregó que los ataques muy probablemente son parte de “una amplia y altamente adaptativa campaña que tiene como principal objetivo a las instituciones bancarias”. 

Asimismo, BAE Systems, la firma de seguridad informática y la mayor productora de armas de Europa, declaró a la agencia Reuters que “lo que parecía ser un evento aislado en un banco asiático, resultó ser parte de una campaña más amplia”. La firma aseguró que una de las dos instituciones afectadas recientemente es un banco de Vietnam y que los perpetradores usaron técnicas con características muy similares  a las del caso del banco central de Bangladesh y a la infiltración que sufrió la empresa Sony en 2014.
 
Colapso de confianza
 
Algunos expertos de la banca afirman categóricamente que estos ataques cibernéticos son imposibles de detectar, seguir o detener; de acuerdo a testimonios recopilados por el diario The New York Times. 

Aunque Swift argumenta que el problema reside en las conexiones de las redes particulares de los bancos y que los hackers no han podido infiltrar su sistema, se prevé que haya ataques subsecuentes.

Esto pone en tela de juicio la confianza del público en el sistema bancario. En caso de que ocurran una oleada de ataques de gran escala y efectivamente se pierda la confianza de los ahorradores, inversionistas e instituciones financieras en la capacidad de Swift y de los bancos para salvaguardar la información y las transferencias, las consecuencias podrían ser catastróficas.

Para Paul Kocher, presidente de la empresa Cryptographic Research y experto en seguridad informática, la constancia y efectividad de los ataques podrían incrementarse en el futuro: “Un evento como éste cambia por completo el perfil del riesgo del sistema bancario, dado que los responsables reinvertirán algunas de sus ganancias en nuevos ataques de mayor escala”.