El último banco de inversión global en Londres está por lanzarse a la batalla, luego de anunciar a sus banqueros un recorte a los bonos de inversión.
La decisión de reducirlos se debió a que las estimaciones para las ganancias antes de impuestos del primer trimestre de 2019 de Barclays International se redujeron 10 por ciento en comparación con las predicciones que la entidad esperaba para febrero.
Analistas aseguran que este recorte representa uno de los peores trimestres de los bancos de inversión en la historia reciente, ya que tener este resultado para los banqueros significa que tendrán menor acumulación de ganancias al final de este año.
El próximo 2 de mayo, Barclays anunciará los resultados del primer trimestre de manera oficial y dejará en claro la razón por la cual decidió recortar los bonos de inversión. Los accionistas esperan ese día para proponer soluciones o continuar hasta las últimas consecuencias con las medidas que ya han tomado.
Esta compañía de servicios financieros opera a nivel mundial y como holding administra un conjunto de empresas que cotizan en la Bolsa de Londres, Nueva York y Tokio. Opera en 55 países y cuenta con más de 50 millones de clientes.
Norma Soto Castañeda, catedrática de negocios internacionales de la Universidad La Salle, asegura que la razón por la cual este banco se vio en la necesidad de recortar los bonos responde a una cuestión de impuestos y rentabilidad.
“Este tipo de bancos ponen por encima la rentabilidad, si ven que están perdiendo acciones hacen este tipo de movimientos de tal manera que ellos no pierdan sus ganancias y sus inversionistas tampoco”, detalla la especialista.
Una de las ventajas de que Barclays sea un banco holding es que le permite hacer muchos movimientos a nivel internacional, al poseer las acciones de las distintas organizaciones enfoca sus esfuerzos en administrar sus incentivos fiscales para que no paguen demasiados impuestos, sin importar el lugar del mundo en que estas se encuentren.
Otro beneficio que ofrece es que puede trabajar con una banca comercial, banca de inversión y privada, esto significa que si un inversionista está en una comercial puede mover sus acciones a una de inversión y viceversa.
La desventaja de hacer mancuerna con este grupo es que su forma de organización se puede llegar a confundir con un monopolio, razón por la cual los gobiernos de múltiples países tratan de evitarlo, en tanto que los accionistas se mantengan bajo las estructuras que ellos establecen no existirá mayor problema.
Panorama incierto
Los problemas aparecieron para Barclays después de que diera la noticia de que recortaría los bonos de sus banqueros, ya que comenzaron a cuestionarse si la decisión tomada era viable para continuar con sus inversiones.
No obstante, y ante el desacuerdo, el inversionista activista Edward Bramson comenzó la batalla contra el presidente ejecutivo de la entidad, Jes Stanley, en un intento por obligarlo a reducir su participación del banco con el objetivo de mejorar los retornos.
En la actualidad, Bramson acumula aproximadamente 5.5 por ciento de Barclays a través de su vehículo Sherborne Investors, situación que lo convierte en el tercer mayor accionista después del fondo de inversión BlackRock y el fondo de riqueza de Qatar.
Norma Soto comenta que con la demanda, Bramson intenta forzar este camino para obtener más ingresos, así como mantener su posición al estar expuesto por el movimiento de todos los capitales.
“Todo dependerá del proceso inflacionario y de cómo reaccionen las bolsas que están en Nueva York, Londres y Tokio para que se pueda mantener la rentabilidad. Lo que él quiere es mantenerse como el tercer accionista, porque si participan otros en las decisiones bancarias se verían afectadas sus acciones”, expone la académica.
Por otra parte, Jes Stanley en un intento por revivir los planes del expresidente del grupo, Jhon McFarlane, sobre duplicar las acciones del banco, tomó desiciones que no convencieron a muchos, ya que desde 2015 el número de empleados se redujo y se vendieron grandes porciones del negocio internacional para aumentar su crecimiento
Los resultados han sido drásticos, pues en el último año las acciones de Barclays sufrieron una caída acumulada de 23 por ciento.
César Castro Quiróz, director de análisis económico de Grupo Darsi, argumenta que el desacuerdo de los accionistas se debe a que las recompensas que se cosechan no son lo suficientemente grandes, a pesar de la paciencia que han mostrado, sobre todo, porque Stanley aseguró un retorno sobre el capital tangible de más de 9 por ciento para este año y más del 10 por ciento para 2020.
Especialistas consideran que la capitalización de mercado de Barclays, que en la actualidad es de 28 mil 999 millones de dólares, representa un desempeño inferior al esperado.
Castro Quiróz afirma que la resolución depende de lo que pase el próximo 2 de mayo y de las políticas fiscales que manejen los gobiernos
“Todo depende de si los inversionistas mueven sus acciones, aunque la mayor ventaja que tiene el banco es que le da a las compañías mayor rentabilidad a sus capitales, además de mantener su presencia a nivel global”.