Becas que traen 
más desigualdad

Uno de los organismos más favorecidos por la propuesta del presupuesto 2013 es el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, cuyo presupuesto incrementará 15 por ciento respecto al año pasado.

El director general del organismo, José Enrique Villa Rivera, anunció la posibilidad de que en los siguientes cinco años el presupuesto sea el uno por ciento del PIB. 

Buscando apoyar la formación de capital humano científico y tecnológico, el CONACyT tiene diferentes programas para becas de apoyo a diferentes niveles de estudio. 

En particular, un propósito del CONACyT es otorgar becas que sirven, entre otras cosas, para capacitar a profesionistas mexicanos en el extranjero. 

Si bien parece como una buena inversión, las becas para estudios superiores y de posgrado han merecido la crítica por su carácter regresivo. 

Con la intención de desarrollar a estudiantes de posgrado en las mejores escuelas del mundo, se toma de base a los estudiantes con mayor preparación. Ello tiene sentido puesto que el mecanismo de selección se hace basado en méritos académicos. 

De tal modo, al analizar cómo los individuos con mayor ingreso tienden a tener mayor acceso a la educación desde temprana edad, son éstos los que acaparan las candidaturas para las becas de estudios de maestría y doctorado.  

Organismos como México Evalúa han encontrado que estas becas suelen inclusive aumentar la brecha en desigualdad en el país. 

Al otorgar los apoyos de becas a candidatos que han podido desarrollar un mayor desempeño académico por las oportunidades de ingreso que han obtenido antes, se puede preveer que la diferencia entre la educación de los deciles más altos de ingreso y los deciles menores seguirá aumentando. 

El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación propone dotar de mayor capacidad para que este organismo otorgue todavía más becas.

Ante la propuesta de modificar el mecanismo de selección de candidatos para basarse en mayor medida en potencial económico que en desempeño académico, se estaría buscando reducir la desigualdad académica entre las brechas socioeconómicas. 

Si el mecanismo de selección de los candidatos se acopla a estas consideraciones de desigualdad, es una buena medida. Sin embargo, si éste no cambia, estaría trabajando en contra de la misión explícita de reducir la desigualdad.