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El espíritu transformador del gobierno en turno ha levantado fuertes expectativas sobre México en los medios internacionales. La oleada de reformas impulsadas por el ejecutivo federal han despertado el ánimo por México en el mundo.
Los efectos de las reformas han impactado en el mercado de valores nacional y, por consecuencia, en las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), aunque no necesariamente de forma positiva.
Un informe de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro reportó minusvalías en las Afores en el mes de enero por 2 mil millones de pesos.
La caída en el rendimiento de los fondos para el retiro puede ser explicada por el comportamiento de la renta variable nacional.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ha tenido un desempeño negativo. La perspectiva de crecimiento a base de reformas no se ha reflejado en el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC).
El 28 de enero del 2013 se alcanzó un máximo histórico de 45 mil 912.51 puntos. El viernes pasado el índice cerró en 37 mil 950.97 puntos.
Esto quiere decir que en caso de haber invertido en el punto máximo de la bolsa mexicana, se tendría a la fecha un rendimiento negativo de 17.34 por ciento.
La llegada de un nuevo año y la consolidación de la transición gubernamental no han podido calmar al mercado bursátil mexicano. El IPC ha perdido 10.04 por ciento de su valor en lo que va del 2014.
El IPC pretende ser un indicador que represente el comportamiento de las emisoras listadas en el mercado accionario. La BMV asigna un peso relativo a las empresas que considera relevantes para la actividad del índice. Las cinco emisoras más importantes del IPC tienen un peso relativo de casi el 50 por ciento.
El desempeño de todas las compañías emisoras que cotizan en la BMV no está representado en el IPC dado que el índice está constituido únicamente por 35 firmas.
Fenómenos como la debacle de las empresas vivienderas no están descontados en el IPC. Las emisoras clave de este sector, Urbi, Geo y Homex, no son componentes del índice de referencia del mercado accionario mexicano.
Si este fuera el caso, el IPC expresaría un desempeño aún peor respecto de su rendimiento actual.
El efecto de las reformas
Los sectores económicos de México se han visto afectados por las nuevas consideraciones legales de las llamadas reformas estructurales.
El sector de la vivienda es el caso más emblemático de la caída generalizada de precios que sufren la mayoría de las acciones mexicanas.
Geo, Urbi y Homex son las empresas más importantes del ramo de la vivienda en México. Las acciones de estas compañías reaccionaron a los cambios de política de vivienda del nuevo gobierno federal.
La evolución del comportamiento de las acciones de estas compañías entró en caída libre a partir del 28 de enero del 2014, fecha en que el IPC llegó a su máximo histórico. En julio del año pasado, la BMV suspendió la cotización de Geo y Urbi en el mercado de valores. Dichas empresas sufrieron una pérdida de 88.62 por ciento y 78.98 por ciento en el valor de sus acciones, si se toma como referencia un periodo que inició en el pico de enero del 2013 y culminó en el momento de la suspensión.
Homex, la única viviendera que continúa cotizando, estaba valuada arriba de 30 pesos a inicio del año pasado. El precio de su acción cerró en 3.15 pesos el viernes.
La reforma de telecomunicaciones ha afectado a dos de las empresas más importantes del IPC: América Móvil y Televisa. La primera constituye el 17.8 por ciento del índice por sí sola.
Esta reforma estipula que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debe definir a los agentes económicos preponderantes del sector. A principios de mes el IFT emitió una resolución que determinó que América Móvil y Televisa eran en efecto agentes económicos preponderantes en sus respectivos mercados.
América Móvil, la emisora de mayor peso en el IPC, ha perdido 11.89 por ciento de su valor en lo que va del año. Por otro lado, el valor de la acción de Televisa se ha incrementado 4.36 por ciento en lo que va del 2014.
La reforma fiscal, principal foco de controversia entre la Iniciativa Privada y el Gobierno Federal, ha tenido un efecto significativo en las empresas emisoras de la BMV. Esta afectación no se limita a la nueva disposición legal de gravar las ganancias de capital del mercado de valores en un 10 por ciento.
La industria refresquera y de minería son dos de las industrias más perturbadas por la miscelánea fiscal.
Coca-Cola Femsa y Arca Continental constituyen los dos consorcios más importantes de la industria de refrescos en el país. La aplicación de un impuesto especial a las bebidas azucaradas ha incidido en el precio de la acción de estas empresas.
Coca-Cola Femsa, el embotellador de refrescos más grande del mundo, cotizaba arriba de los 200 pesos en enero de 2013. A partir de ese punto el precio ha descendido hasta situarse en 124.97 pesos.
Arca Continental ha sufrido una pérdida de casi 23 por ciento del valor de su acción desde el punto máximo del mercado bursátil mexicano.
México era considerado por las firmas del sector minero prácticamente como un paraíso dados los altos márgenes de ganancias y los impuestos relativamente bajos. La reforma fiscal incluyó un concepto de pago de regalías que grava directamente las utilidades mineras.
Esto se vio traducido en una reducción del valor de las emisoras de esta industria. La minera más importante del país, Grupo México, ha visto caer el precio de su acción un 13.07 por ciento este 2014.
Aunado a las nuevas disposiciones fiscales y a la baja en el precio de materias primas como el cobre, Grupo México enfrenta una posible reforma ferrocarrilera contraria a sus intereses.
Está por verse si el horizonte de crecimiento de las reformas estructurales se concretará. Mientras tanto, las emisoras de la BMV pagan con creces su adaptación a los cambios legales y de política pública.