¿Y si se acaba el TLCAN?…
Durante más de dos décadas, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte ha beneficiado a los tres países que lo integran. Sin embargo, las amenazas de Donald Trump de abandonar el acuerdo representan un riesgo mayor para México
Nayeli Meza OrozcoMéxico saldrá adelante si es que el presidente Donald Trump decide abandonar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), asegura José Luis Cruz, consultor político. Aunque reconoce que el costo económico para México sería muy alto, sin dejar de lado la incertidumbre que ocasionaría una pérdida inmediata de confianza y una mayor volatilidad del mercado.
“Estamos en una posición complicada en este momento, pero hay una realidad: si Donald Trump ya se hubiera querido salir del acuerdo, desde hace mucho tiempo ya lo hubiera hecho”, dice el especialista al argumentar que las tres partes que integran el TLCAN han dado señales de que están encontrando puntos en común, cuestión que podría dar cierta flexibilidad para negociar en las siguientes rondas. “Pero, no hay que confiarnos”, agrega.
El principal impacto económico para México sería que el peso mexicano podría sufrir una devaluación estructural importante, que llevaría al dólar a oscilar entre los 22 a los 25 pesos. La agencia calificadora Fitch pronostica que si los negociadores de México, Canadá y Estados Unidos se levantan de la mesa sin llegar a un acuerdo, la moneda mexicana sufriría una devaluación de 20% en el plazo inmediato.
Con esta depreciación en el tipo de cambio, el billete verde alcanzaría los 22 pesos por unidad. “Desde una perspectiva macro, una devaluación estructural del peso mexicano y una desaceleración en el crecimiento de la economía de México se consideran posibles si el TLCAN llega a su fin”, menciona Fitch en un reporte.
El comportamiento del peso mexicano en los últimos meses ha estado fuertemente ligado a las noticias relacionadas con el proceso de renegociación del acuerdo comercial. En lo que va del año, la divisa se ha devaluado más de 6.0%. Al cierre del mercado del miércoles, cotizó en 18.60 pesos por unidad, luego de que se vendiera durante la jornada hasta en 19.01 en ventanillas bancarias y en un precio mínimo de 17.50 en la capital del país.
Un pronóstico más alarmante es el que la firma británica Capital Economics dio a conocer. Sus analistas proyectan que la salida de Estados Unidos y Canadá llevaría al peso mexicano a cotizar hasta en 25 pesos antes de recuperarse gradualmente. “EL TLCAN tiene una meta muy importante: dar certeza y confianza a los inversionistas y si no la hay, entonces, la probabilidad de que el dólar llegue a los 25 pesos es muy alta”, explica José Luis Cruz.
Otro tema sobre la mesa es la estabilidad económica de México. En recientes días, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó su estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. En 2017, la economía creció 2.1% a tasa interanual, cifra que representó su menor ritmo en cuatro años. De concluir el acuerdo comercial, el PIB sufriría una desaceleración de 1.4% en 2019, según Fitch.
“El crecimiento se desaceleraría en el mediano plazo, partiendo de una base que ya es modesta, ya que la disrupción inicial probablemente resultaría en una inversión menor y en una dislocación del comercio con efectos potencialmente prolongados en la confianza del consumidor. También actuaría como un shock negativo para la productividad que afectaría potencialmente las tasas de crecimiento en el mediano y largo plazo”, detalla la firma en un comunicado.
Los perdedores
BofA Merrill Lynch Global Research coincide en que México sería el jugador más afectado, ya que “los inversionistas perderían la protección dada por el TLCAN”. Por principio, los sectores con mayor riesgo en un escenario en el que el comercio entre Canadá, Estados Unidos y México se rija por los principios de la Organización Mundial de Comercio (OMC) son el de autopartes, las maquiladoras, el de manufacturas diversificadas, el de bienes raíces y el de comercio minorista.
Las exportaciones de autos mexicanos quedarían expuestas y se verían directamente afectadas en caso de que se impongan tarifas más altas. “Sin un acuerdo comercial alternativo en caso de que se ponga fin al TLCAN, es probable que las pautas arancelarias de exportación entre México, Estados Unidos y Canadá no cumplan con las reglas de comercio de la OMC”, resaltó Fitch en un reporte especial.
Aunque la sexta ronda de negociaciones concluyó con algunos descalabros, el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, la Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, lograron cerrar el capítulo de Anticorrupción y el Anexo sobre Tecnologías de la Información y Comunicación, que se suman a los capítulos de Pymes y Competencia y al Anexo Sectorial de Eficiencia Energética.
Asimismo, se registraron avances en los capítulos de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Telecomunicaciones y Obstáculos Técnicos al Comercio, así como los Anexos Sectoriales de farmacéuticos, químicos y cosméticos.
Aunque algunos capítulos clave del TLCAN ya están resueltos, aún quedan por discutir temas más álgidos. Al respecto, Grupo Financiero Monex comenta en un análisis que aún falta elevar el contenido regional del sector automotriz a 85% desde el 62.5% actual, y que el 50% de contenido sea exclusivamente estadounidense, además de negociar la sunset clause que contempla la extinción del tratado al término de cinco años a menos que los tres países decidan renovarlo, así como desechar el capítulo 19 encargado de la resolución de disputas en un panel trinacional.
“A pesar de que nuestro escenario sigue siendo que se logrará llegar a un acuerdo a finales de las negociaciones, el camino será afanoso y la volatilidad en el tipo de cambio se podría exacerbar”, manifiesta Monex, al hacer alusión a que aún quedan varios temas complejos por discutir, lo que provocaría que las negociaciones se alarguen y, “dado que se tiene que dar un período de gracia de 90 días para que los Congresos de cada país lo aprueben, será muy difícil que los acuerdo sean aprobados antes de las elecciones en México”.
Encrucijada electoral
Para José Luis Cruz otro de los temas en la agenda que complican el camino, es que este año se realizarán elecciones en México y en Estados Unidos, en julio y noviembre, respectivamente. “En 2018 viviremos uno de los procesos electorales más complejos, lo que podría dificultar que se alcance un acuerdo y su ratificación” dice el experto.
Con el propósito de evitar presiones políticas, Ve por Más estima que las rondas de negociación programadas hasta marzo de 2018, se extenderían hasta 2019, ya con un nuevo gobierno.
Ante este complejo panorama, Banxico también se ha comprometido a mantener una política monetaria prudente y adoptar medidas para hacer frente a cualquier cambio que pueda poner en riesgo la estabilidad económica.