Café: el comercio injusto para los agricultores
Este grano tiene una sobreoferta en el mundo, sin embargo, los agricultores reciben un pago no acorde al trabajo que realizan y los consumidores gastan más del triple de lo que vale
Viviana BranYa no les alcanza. Productores de todo el mundo están abandonando los cultivos de café. Ésta responsabilidad cayó en manos de las multinacionales, quienes al pagar solo un dólar por cada libra del grano, frenaron su desarrollo y producción en países de África, Asia, y América Latina.
Tras esta situación, más de 125 millones de personas que dependían de estas plantaciones, quedaron a la deriva y sin recursos, de acuerdo con la Organización Mundial del Café (OIC).
A pesar de que este debería ser un gran momento de prosperidad para los cafetaleros, debido a la popularidad del grano en el mundo y la producción histórica, su valor en el mercado alcanzó a inicios de julio el precio más bajo de los últimos 10 años.
La industria del café a nivel mundial tiene ingresos anuales de más de 200 millones de dólares, solo 20 mdd llegan a los países productores y en última instancia, menos de 10 por ciento a sus agricultores, de acuerdo con la información de la OIC.
Con solo 2 por ciento de las ganancias totales a nivel mundial, los trabajadores del campo se veían en la necesidad de sacar adelante los gastos de abono, fertilización, sueldo de trabajadores, mano de obra y envío. Con el paso del tiempo la situación se volvió más critica, pues recuperaban parte de su inversión pero se quedaban sin ganancias.
En la caída del precio del café también influyeron los dos años de excedentes que reportó Brasil, el mayor productor del mundo, el cual generó un fuerte impacto en los cafetaleros al introducir millones de kilos de granos en el mercado internacional.
Arturo Hernández, presidente de la Asociación Mexicana de Cafés y Cafeterías de Especialidad (AMCCE), aseguró que las grandes compañías internacionales al comprar la mayor parte del grano, tienen la ventaja de fijar el precio al que lo van a adquirir, de esa manera se quedan con todo el suministro y por consiguiente, con la preferencia de los consumidores, a quienes venden el grano al triple de lo que en realidad cuesta.
A pesar de que la sobreoferta está latente, la mala racha también llegó a México, los precios de café pagados a productores se desplomaron 40 por ciento en los últimos dos años, no obstante con eso, el costo que tiene para los consumidores en este país tampoco se ha reducido y se espera que aumente aún más en lo que va del año.
En territorio mexicano, 60 por ciento de la producción nacional de café se destina al consumo interno, dicha cifra se podría ver afectada por la decisión del Gobierno federal, de apoyar la crisis migratoria con los recursos fiscales de la siembra de café robusta del programa Sembrando Vidas.
Sin embargo, la versión de Víctor Villalobos, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), dice que no podrían haber afectaciones, pues contrario a lo que parece, el impulso al café podría ser una de las soluciones a la migración, debido a que una parte importante de ellos se relaciona a la crisis del sector cafetalero.
Arturo Hernández comenta que en México y en Centroamérica ya se está viendo una crisis muy fuerte en las zonas cafetaleras debido a la migración, considera que el gobierno mexicano debe implementar un plan a largo plazo, ya que estar cambiando las medidas a cada rato afecta de sobremanera las políticas cafetaleras.
“En el foro de Brasil los países productores trataron de armar un bloque para buscar alternativas, sin embargo, las opciones se quedaron a medias, pues no tuvieron profundidad. No mencionaron los apoyos al productor y tampoco soluciones fuertes para combatir la problemática cafetalera, que con los años cada vez es más pobre”.