Cambio de capitanes
Antonio Del Valle Perochena y Carlos Salazar Lomelín serán los nuevos encargados de fortalecer las relaciones entre el sector empresarial y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador
Nayeli Meza OrozcoEl barco que lleva abordo a los empresarios más importantes de México tiene nuevos capitanes. Antonio Del Valle Perochena dirigirá al Consejo Mexicano de Negocios (CMN), mientras que Carlos Salazar Lomelín trazará la ruta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Ambos hombres de negocios serán los encargados de limar asperezas con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que su relación con la cúpula empresarial en los últimos meses ha estado marcada por desencantos a causa de las diferencias entre ambos bandos.
Frente al cambio de época y transformación política, la agenda económica que promuevan deberá incluir la atracción de una mayor inversión, la creación de más empleos bien remunerados, así como la estimulación del crecimiento económico con acciones que mejoren la calidad de vida de los mexicanos.
“La llegada de estos empresarios le dará una nueva imagen al CMN y al CCE, ya que son líderes experimentados y con disposición a sumarse a los proyectos del Gobierno federal”, dice Alejandro Vera, asesor independiente certificado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
La visión fresca
Del Valle Perochena es el presidente de la junta directiva de Kaluz, un conglomerado que agrupa las empresas Mexichem, Elementia, y Grupo Financiero Ve por Más.
Toda su vida ha estado involucrado con el mundo de los negocios, ya que es el primogénito de Antonio Del Valle Ruiz, dueño de Mexichem, uno de los mayores fabricantes de productos químicos y petroquímicos en América Latina.
La fortuna de la familia del empresario originario de la Ciudad de México está valuada en 3 mil 200 millones de dólares, según Forbes.
Durante la ceremonia de su toma de posesión como presidente del CMN, Del Valle Perochena aseguró que el organismo se alinea con los compromisos del mandatario en materia de seguridad, combate a la corrupción, crecimiento económico sostenido e incremento del bienestar para las familias mexicanas.
“Aún queda mucho por hacer, pero colaborando juntos podremos cerrar la brecha histórica que ha separado a gran parte de la población y que ha impedido un desarrollo con oportunidades para todos”, expuso el nuevo capitán del Consejo Mexicano de Negocios (antes Consejo Mexicano de Hombres de Negocios).
Sin embargo, aseguró que es imprescindible mantener la confianza conservando el grado de inversión para la deuda soberana del país.
Alejandro Vera explica que el empresario de 47 años posee una visión que le permitirá crear puentes con el gobierno, tanto para la incorporación del sector empresarial a los programas ya existentes, como para los que se crearán.
“Si Antonio Del Valle Perochena sabe cómo sacarle provecho al Programa Jóvenes Construyendo el Futuro y el recién anunciado Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico creo que en poco tiempo el gobierno puede ganarse de nuevo la confianza de los empresarios”, precisa el asesor independiente certificado por la CNBV.
El hombre experimentado
El otro capitán es Carlos Salazar Lomelín, quien en enero pasado fue elegido por mayoría como el nuevo presidente del CCE y hará la toma de compromiso protocolaria el próximo 27 de febrero, a la que se espera asista el presidente de México.
Salazar Lomelín fue electo para un periodo de un año, con la posibilidad de reelegirse hasta por dos años adicionales, por acuerdo de la totalidad de los miembros del CCE con derecho a voto.
El nombre del empresario regiomontano, quien dirigió hasta el pasado 1 de enero Coca-Cola Femsa, es muy conocido entre las esferas empresariales, sobre todo, al norte del país.
Su dirección en el timón del CCE en sustitución de Juan Pablo Castañón termina con la sequía de los empresarios neoleoneses, quienes estuvieron ausentes de este puesto durante 14 años.
El economista del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Antonio Estudillo manifiesta que una de las mayores ventajas del empresario es su cercanía con Alfonso Romo Garza, jefe de la Oficina de la Presidencia.
“Carlos Salazar Lomelín puede beneficiar mucho tanto a los empresarios como al gobierno porque es un gran negociador. Su llegada al CCE va a equilibrar las fuerzas de ambos lados de la balanza, aunque el reto no será nada sencillo”, detalla el especialista.
¿Vuelta a la página?
Durante la campaña presidencial, la clase empresarial y el entonces candidato se enfrascaron en una batalla de ideologías ante el temor de que en México se implementara un modelo económico popular.
Con el paso de los meses, la relación entre ambos frentes mejoró, sin embargo, Antonio Estudillo advierte que aún no se puede hablar de una reconciliación, pues los hombres de negocios todavía no confían por completo en el hombre que ocupa la Silla Presidencial.
“Conforme el gobierno sume al sector privado en proyectos que ayuden a detonar el crecimiento económico de México, los empresarios sentirán que tienen más certeza sobre los pasos que están dando con esta nueva administración”.