Mientras que para unos el futuro está en la tecnología, para otros, el porvenir se relaciona con un regreso a la vida simple. Aunque las ganas de viajar, ser independiente e ir en búsqueda de la libertad sea la tendencia actual, pocos son los que tienen acceso a este tipo de privilegios. Estos obstáculos han impulsado a los adultos mayores recién jubilados y algunos jóvenes de distintas partes del mundo a optar por una rutina que ofrecen los motohomes, mejor conocidos como campers.
Fue a mediados de 1950 cuando las casas rodantes tuvieron su auge gracias a la mezcla entre transporte y hospedaje, elementos que fueron muy atractivos para los habitantes, sobre todo en países como Estados Unidos, Alemania, Nueva Zelanda, Canadá, Australia y España.
Julio Barreal, de Autocentro DF y miembro de la Asociación Nacional de Comerciantes en Automóviles y Caminones Nuevos y Usados (Anca), asegura que los campers son vehículos recreativos los cuales compran en su mayoría familias o personas retiradas que quieren viajar y disfrutar después de todos los años de trabajo.
Desde 1950 hasta la fecha se han vendido más de 12 millones de unidades en todo el mundo, según Volkswagen.
El favorito es el que forma parte de la gama Transporter de VW, también conocido como Bulli, un icono de la era hippie en la década de los 60.
En Estados Unidos este tipo de vehículos recreativos están relacionados a la gran depresión de los años treinta, originada por el crack del 29, que empujó a la pobreza a miles de ciudadanos americanos, quienes perdieron sus propiedades y sus trabajos. De ahí que muchas familias optaron por utilizar autocaravanas con la intención de tener una vivienda permanente.
En la actualidad, más de 20 millones de estadounidenses viven en trailers parks, lugares donde se asientan las familias con sus campers y pagan el espacio que se ocupa. Cerca de 6 por ciento de la población total de Estados Unidos, es decir 325 millones de personas, viven en este tipo de campamentos.
En Europa este movimiento no es la excepción, unas 55 mil autocaravanas nacionales y 150 mil internacionales se dejaron ver durante este verano. Las matriculaciones crecieron 22 por ciento en 2018, y en el primer semestre de este año también registraron fuertes alzas, lo cual significa que este sector ya se sacudió la crisis que venía arrastrado desde 2014.
Julio Barreal comparte que hace más de una década el territorio nacional era un lugar seguro para los campistas, pues en estados como Guerrero, Morelos y Jalisco existían trailers parks donde las familias podían llegar a vacacionar y convivir con otras personas.
“Es muy riesgoso para los jóvenes este tipo de vehículos, sobre todo en México porque no hay medidas de seguridad que cuiden su integridad”.