En España, no todas son malas noticias para Cemex.
Aunque la cementera mexicana accedió esta semana pagar una multa de 456 millones de euros -la mayor en la historia del fisco español- debido a irregularidades en sus reportes financieros, también en esta semana las autoridades europeas le dieron su aprobación para expandir significativamente sus operaciones en España.
La Comisión Europea, que entre otras tareas se encarga de regular la competencia económica en la Unión Europea (UE), reportó ayer que permitiría la compra por parte de Cemex de las operaciones españolas de la cementera suiza Holcim, ya que la empresa “continuará enfrentándose a suficiente competencia por parte de sus rivales en todos los mercados pertinentes”.
Esto a pesar de que en abril de este año, cuando abrió una investigación al respecto, la Comisión había advertido que la compra podría reducir significativamente la competencia en el mercado cementero español, reduciendo las alternativas en el este de España y permitiéndole al resto de los productores españoles formar un cártel.
Con esto podrá proceder la última de tres operaciones entre ambas cementeras, que incluyen también la adquisición por parte de Holcim de plantas productoras de Cemex en Alemania y la compra de las operaciones de Holcim en República Checa por parte de Cemex.
La UE aprobó la primera transacción en junio de este año, mientras que el gobierno checo aprobó la segunda en marzo.
Holcim-Lafarge
The Wall Street Journal reporta que Cemex no es la única cementera que ha atraído la atención de las autoridades europeas, pues los planes de fusión de Holcim y de la francesa Lafarge, valuados en 50 mil millones de dólares, también están en la mira.
Aunque ninguna de las dos empresas ha dado una notificación formal de esto a la UE, lo cual comenzaría el proceso para obtener la aprobación de la fusión, ambas anunciaron preventivamente que venderían activos que en total generan alrededor de 6.8 mil millones de dólares en ingresos, con tal de convertirse en actores preponderantes.
El anuncio fue recibido como una decisión particularmente prudente al considerar que tanto Holcim como Lafarge, junto con otras seis cementeras, se encuentran bajo investigación desde diciembre del 2010 por parte de la Comisión Europea, bajo sospechas de encontrarse operando un cártel en el mercado del cemento y sus productos asociados.