Cerveceras no cumplen su palabra
Cuando la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) emitió una resolución para abrir el mercado de la cerveza en México se anunció el fin de las exclusividades solo para los microcerveceros artesanales en restaurantes y bares.
Sin embargo, la resolución del 4 de julio, que entró en vigor hace más de un mes, no ha sido acatada por el duopolio cervecero conformado por Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma y Grupo Modelo.
Alejandro DabdoubCuando la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) emitió una resolución para abrir el mercado de la cerveza en México se anunció el fin de las exclusividades solo para los microcerveceros artesanales en restaurantes y bares.
Sin embargo, la resolución del 4 de julio, que entró en vigor hace más de un mes, no ha sido acatada por el duopolio cervecero conformado por Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma y Grupo Modelo.
Lo anterior se debe a que las grandes cerveceras han omitido informar a sus clientes, con los que han firmado un tratado de exclusividad, que tienen permiso de vender cervezas artesanales sin sufrir represalias por parte de las grandes empresas.
“Parte de los compromisos (de la resolución) era que las dos grandes cervecerías publicaran en los diarios de mayor circulación las cartas compromiso, pero al mismo tiempo también que hicieran llegar estas cartas a los mismos restauranteros”, dijo Jaime Andreu, director general de Cervecería Primus.
En otras palabras, a pesar de que Cuauhtémoc y Modelo se comprometieron a informar a sus clientes en restaurantes y bares que están autorizados para vender cervezas artesanales, no han emitido los avisos correspondientes, por lo que persisten las exclusividades.
“En principio está mal, no se entiende por qué alguna de las cervecerías tiene que dar su aval para que nosotros (cerveceros artesanales) podamos vender en uno de los centros de consumo”, agregó Andreu.
Comisión sin control
De acuerdo con el director general de Primus, la raíz del problema reside en que no hay un encargado dentro de la Cofeco que supervise la implementación de la resolución.
“Esto creo que es lo más importante, no es claro quién dentro de la Comisión está abocándose o de quién es la responsabilidad de que esto se cumpla”, dijo.
Asimismo, destaca que la resolución no se dio a conocer por completo al momento de su publicación, ya que las cerveceras tacharon ciertas partes como confidenciales.
“No ha habido una modificación, lo que todos vimos de la resolución toda tachoneada o censurada, pues así sigue siendo” afirmó Jaime Andreu.
Esto genera lagunas para los productores ya que pueden exigir que se cumplan las disposiciones de la Cofeco al 100 por ciento porque las pueden leer.
“Estamos satisfechos con la resolución, estamos muy cautos en ver los resultados de la ejecución y estamos muy preocupados porque exista alguien que vele porque esta resolución tenga cumplimiento cabal”, concluyó Andreu.
Los abusos artesanales
La amplia definición que la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) otorgó a las cervezas artesanales ha permitido que empresas como Grupo Modelo se aprovechen de los beneficios otorgados a pequeños productores.
De acuerdo con la Cofeco, una cerveza artesanal es aquella que se produce en menos de 100 mil hectolitros al año.
Los ingredientes, procesos, calidad o dependencia a las grandes empresas no se toman en cuenta. Es así como Modelo ha conseguido posicionar su propia cerveza “artesanal” de nombre Ideal.
“De las grandes tareas que estamos emprendiendo como asociación (de microcerveceros) para proteger este mismo derecho que ya ganamos ahora, es cuidar que exista una definición de lo que sí es y no es cerveza artesanal”, dijo para Reporte Indigo Jaime Andreu, director general de cervecería Primus.
La definición de cerveza artesanal de la Cofeco es la única referencia que existe hasta el momento.
Los microcerveceros buscan cabildear un marco legal más justo ante las diferentes instancias de gobierno para conseguir mayor equidad en el mercado.
La resolución en cuestión emitida el 4 de julio fue el producto de un acuerdo tomado entre las dos grandes cerveceras que beneficia parcialmente a los productores artesanales.
Los pequeños competidores siguen sin tener oportunidad de incursionar en el mercado, además de que la decisión de la Cofeco tiene una vigencia limitada de 5 años.