Cerveceros bajo presión

La cerveza podría perder espuma. Los ingresos de los cerveceros podrían verse afectados para el cierre de este año, luego de que la empresa Infra anunció que subiría hasta un 60 por ciento el precio del dióxido de carbono (CO2), ingrediente que da la característica burbujeante a la bebida de malta.

Frente a este escenario, los más golpeados serán los cerveceros artesanales, debido a que su volumen de producción (con capacidad de hasta 100 mil hectolitros anuales) es más bajo en contraste con los gigantes de la industria.

Productores artesanales pronostican que esto provocará un encarecimiento en el precio de los insumos, a diferencia de los grupos transnacionales, en los que estiman que la afectación será en menor medida.

Paz Austin, directora de la Asociación Cervecera de la República Mexicana (Acermex), expresa que, al menos por ahora, el impacto no se verá de forma inmediata en las finanzas de los cerveceros artesanales, pero no descarta que más adelante ocurra.

“El aumento del precio del CO2 será absorbido por el cervecero. En un principio, no habrá una afectación, aunque sí estimamos que al finalizar el año habrá un desbalance en los ingresos”, dice la también egresada de la Universidad Iberoamericana.

Lo anterior será consecuencia de que una carga de bióxido de carbono FG pasará de 991.90 pesos a mil 487.90 pesos en promedio, según el documento difundido a los cerveceros por parte de Grupo Infra.

El grupo se conforma por un conglomerado de más de 30 compañías y cuenta con una fuerza laboral de más de 4 mil empleados en sociedad desde 1980, además, está asociada con Air Products and Chemicals, un fabricante de gases industriales.

Cabe destacar que el CO2 es suministrado por Petróleos Mexicanos.

Consumidores a salvo

Al menos por ahora, el precio de las cervezas artesanales para el consumidor final no se verá afectado, ya que el costo extra del insumo será absorbido por los pequeños empresarios.

“Hay que recordar que los cerveceros artesanales están en desventaja, ya que el total de su materia prima es de importación, pero, por el momento, no se verá incrementado el precio por botella”, asegura la directora de Acermex.

Especialistas coinciden en que el dióxido de carbono representa entre 1 y 3 por ciento de los costos totales de elaboración del fermentado, mientras que cerca del 50 por ciento corresponde al vidrio junto con los cereales que utilizan.

Para Juan José Morales, director general de Cerveza Fortuna, el impacto llegará a representar el 3 por ciento de sus costos de fabricación y, advierte, el incremento del CO2 tendrá un daño en sus operaciones.

Otro de los usos del componente en la industria cervecera, además del toque espumoso, es para el proceso de embotellado. Cuando los consumidores destapan la botella, el líquido tiene la cantidad de burbujas que lo caracteriza.

Aun con los desafíos en el corto plazo, Acermex espera tener un buen año en término de ventas, con un crecimiento del 65 por ciento al término de este año con respecto al anterior.

Se estima una producción de 265 mil 405 hectolitros, frente a los 160 mil 742 registrados durante 2017.

Un cervecero artesanal se blinda

Cerveza Primus, con sede en Querétaro, tiene un plan para que la medida tomada por Grupo Infra no tenga un impacto considerable en sus ingresos: construir un tanque estacionario para almacenar el gas y con ello autoabastecerse.

El egresado del Tec de Monterrey detalla que la medida les ayudará a que su producto mantenga un precio competitivo en el mercado.

Cervecería Primus tiene como objetivo cerrar el año con un volumen de producción de 5 mil hectolitros, que significaría un aumento del 60 por ciento frente a lo registrado un año previo.

“Pronosticamos que el objetivo para este año lo podemos alcanzar por los números positivos dentro de los centros de consumo derivado de los partidos del Mundial”, manifiesta el ejecutivo.

Otro factor que ha sido importante para Primus es el turismo cervecero, iniciado tras la apertura de su planta de producción, la cual convirtieron en un espacio para ser recorrido, además de que forma parte de la ruta del queso y el vino en Querétaro.

Aunque Andreu se mantiene optimista hacia el futuro, es consciente de que, por el momento, el gremio artesanal sólo representa el 0.1 por ciento del total del mercado nacional.

Grandes empresas sin afectación

Los gigantes cerveceros como Grupo Modelo o Heinken, que agrupan a Sol, Corona, Indio y Tecate, descartan cualquier daño a sus ingresos, producción o alza de precios por el aumento al dióxido de carbono.

Al respecto, Maribel Quiroga, directora general de Cerveceros de México, especifica que el alza en el CO2 tendrá un impacto de alrededor del 30 por ciento para estas empresas.

“El daño no será significativo, debido a que los cerveceros mexicanos producen su propio CO2 de manera natural, ya que la carbonatación se deriva de un proceso orgánico de fermentación, por lo que en realidad son pocos quienes compran este gas”, precisa Maribel Quiroga en un posicionamiento oficial enviado a Reporte Índigo.

El componente químico es el resultado del gas que se genera en el proceso de fermentación, mismo que se recoge, se limpia y se regresa a la cerveza ya terminada.

Maribel Quiroga añade que la industria no tiene por qué temer a este factor y, adelanta, la fabricación de la cerveza continuará siendo uno de los principales pilares de la economía nacional.

“Entre las razones por las cuales una cervecera puede comprar el gas, se encuentran fallas en equipos recolectores, pero es muy raro que esto se presente. Por todo esto, se podría decir que la industria es autosuficiente de este ingrediente”.