El reciclaje de chatarra es un factor fundamental para el crecimiento y recuperación de la industria del aluminio que, debido a la crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, sufrió diversas afectaciones.
Los procesos de reutilización de este metal son indispensables para el crecimiento de esta industria, ya que por la escasez de bauxita en el país, no se puede considerar a México como potencia en la producción de aluminio.
Actualmente existen métodos avanzados y plantas de fundición en diversas partes del país que aprovechan la chatarra y la reciclan para crear nuevos productos de aluminio, sin embargo, es indispensable impulsar la capacitación para continuar aprovechando la mayor cantidad de estos insumos sobre todo en las microempresas que conforman alrededor de 95 por ciento de la industria, explica José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
“Es importante explorar la posibilidad de diversificar las fuentes de insumo para poder garantizar cierta seguridad y no tener dependencia, sobre todo respecto a cómo evoluciona el sector en China que es el principal elemento que está moviendo el mercado del aluminio en estos momentos”, explica el especialista.
El intercambio comercial de desperdicios y desechos de aluminio generó 525 millones de dólares en México durante 2019, en tanto que en 2020, con datos disponibles hasta septiembre, el flujo de estas mercancías alcanzó un valor de 269.29 millones de dólares, de acuerdo con información de Data México.
Durante los primeros nueve meses del 2020 las compras internacionales de desperdicios y desechos de aluminio en el país, ascendieron a 22.79 millones de dólares, en tanto que las ventas resultaron en un monto de 246.5 millones de dólares.
El aluminio es un sector estratégico para la economía mexicana ya que es utilizado en diferentes industrias como la construcción, automotriz, aeronáutica, comunicación, electrónica e incluso en la generación de equipos médicos. No obstante, no cuenta con un programa de desarrollo para detonar su crecimiento.
“La ausencia de un programa en política industrial ha redundado en que no se tenga una visión estratégica en muchos sectores, entre ellos, el del aluminio. El sector ha estado evolucionando conforme a las condiciones del mercado, pero no debemos olvidar que el aluminio es visto como estratégico e impulsado por gobiernos como el de China y que en su momento el gobierno de Estados Unidos lo utilizó, durante administraciones pasadas, como un mecanismo de presión en la renegociación del T-MEC”, explica el especialista.
Los países con más ventas internacionales a México fueron Estados Unidos, de donde proviene 46.2 por ciento del total de las compras internacionales; China, que surte 22.7 por ciento; y los Emiratos Árabes Unidos, con 3.8 por ciento; según cifras extraídas del portal Data México, Aluminio y sus Manufacturas.
Pero la creciente demanda de este metal y las reglas de contenido regional en productos específicos establecidas en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) presentan el reto al país de elevar su producción a través del reciclaje de chatarra y la importación de insumos básicos.
En 2019 el costo total por importar aluminio al país fue por el orden de seis mil 600 millones de dólares, lo que derivó en un déficit de la balanza comercial de aproximadamente cinco mil 280 millones de dólares.
Incrementar potencial del aluminio
No existen estimaciones precisas en torno a la capacidad actual de reciclaje del aluminio en México, aunque hay certeza de que las latas son los productos que más se reutilizan de este material, mismas que se aprovechan en la industria automotriz o para su exportación.
Este tipo de estrategias está probada en mercados como el europeo en donde la tasa de recuperación de chatarra de aluminio es de aproximadamente 85 por ciento, y el reprocesamiento de este material al final de su vida útil representa un mercado que deja ganancias por tres mil millones de euros anuales (74 mil 840 millones de pesos)para transformarlo en una nueva materia prima.
El uso de aluminio “posconsumo” satisface 36 por ciento del suministro de este metal en Europa y, para 2050, se espera que 50 por ciento de la demanda se cumpla con el uso de la reutilización de este material, de acuerdo con Circular Aluminium Action Plan, del organismo European Aluminium.
Debido a que se puede reciclar una y otra vez sin perder sus propiedades originales como ligereza, durabilidad, conductividad e impermeabilidad, el aluminio es considerado un material ecológico, lo que explica la ambición de la industria a nivel mundial de duplicar el aprovechamiento de la chatarra disponible.