¡Che, ahí te dejo estos seis pesos!

Seis pesos argentinos, o poco menos de 17 pesos mexicanos, deben ser suficientes para que una persona compre la canasta básica alimenticia para un día en Argentina.

Es decir, que según las autoridades argentinas, esos seis pesos cubren el precio de todo lo que contiene la canasta básica para un día: pan, leche, huevos, quesos, fruta, verdura, carne y hasta dulces.

Al menos así se desprende de la aseveración del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el organismo de estadística oficial de
Argentina.

Jesús M. Badiola Jesús M. Badiola Publicado el
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Para el INDEC, una familia de 4 miembros está por encima de la línea de pobreza si su presupuesto mensual es de 688 pesos argentinos, poco más de mil 900 pesos mexicanos

Seis pesos argentinos, o poco menos de 17 pesos mexicanos, deben ser suficientes para que una persona compre la canasta básica alimenticia para un día en Argentina.

Es decir, que según las autoridades argentinas, esos seis pesos cubren el precio de todo lo que contiene la canasta básica para un día: pan, leche, huevos, quesos, fruta, verdura, carne y hasta dulces.

Al menos así se desprende de la aseveración del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el organismo de estadística oficial de
Argentina.

El INDEC ha sido criticado en los últimos años por manipular datos de ingreso e inflación para acomodarlos a las intenciones del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

La última publicación del organismo sostiene que un matrimonio con dos hijos se encuentra por encima de la línea de pobreza si su presupuesto mensual es de 688 pesos argentinos, poco más de mil 900 pesos mexicanos.

Esa estimación la concluye al calcular con valores bajos y hasta irrealistas de precios de alimentos.

Estudios independientes concluyen que el presupuesto mínimo necesario al mes es cuatro veces mayor de lo que dice el INDEC.

Inflación maquillada

Este caso de los “seis pesos de pobreza” es un ejemplo más de cómo el gobierno de Fernández de Kirchner ha hecho hasta lo imposible por manipular los datos de su país, especialmente en el área de inflación de precios.

Por ejemplo, la revista The Economist resalta que desde el 2007 la inflación publicada por el INDEC ha estado entre el 5 y el 11 por ciento anual, mientras que estudios independientes de firmas financieras marcan la tasa anual en un promedio de 24.4 por ciento y una inflación acumulada del 137 por ciento en los últimos cinco años.

El maquillaje de estos datos parece estar viniendo de las más altas autoridades. En 2007, Graciela Bevacqua, entonces directora del Índice de Precios al Consumidor en el INDEC iba a publicar que el IPC argentino había subido un 1.9 por ciento, la tasa más alta en cuatro años.

El gobierno de Néstor Kirchner se acercaba a unas elecciones vitales, donde la tasa de inflación sería un tema importante.

El reporte oficial terminó calculando la inflación en 1.1 por ciento y Bevacqua fue
despedida.

Trasciende que en el 2009, Bevacqua se encontró entre un grupo de estadistas independientes que fueron multados con más de 500 mil pesos argentinos cada uno, alrededor de 1.4 millones de pesos mexicanos, por publicar estadísticas que el gobierno argentino juzgó que no se realizaron usando los requerimientos metodológicos apropiados.

El caso de Bevacqua se une al de varios economistas independientes argentinos que han sido forzados a detener la publicación de sus propias estimaciones de la inflación en Argentina.

La American Statistical Association publicó un reporte con el que busca atraer la atención a los ataques dirigidos por el gobierno de Argentina hacia grupos de estadistas.

El joven doctor Kicillof

De nuevo resalta el viceministro de Economía Axel Kicillof. El doctor en economía de 40 años de edad ha mantenido una estrecha relación con la presidente Fernández de Kirchner desde hace varios años y ha tomado un importante rol en las nuevas prácticas intervencionistas del gobierno.

El pasado mes de abril, cuando Argentina decidió expropiar el 51 por ciento del patrimonio de YPF que le pertenecía a la empresa española Repsol, Kicillof participó como sub interventor en la negociación.

Después de que en mayo la Cámara de Diputados de la Nación aprobó la ley que declaraba de interés público el abastecimiento de hidrocarburos, y por ende, avalando la expropiación, en la primera Asamblea de YPF tras la intervención del gobierno Kicillof fue designado director titular por las acciones de mayor peso, en representación del Estado Nacional.

En cuanto a su rol en la manipulación de datos, el INDEC depende de la Secretaría de Programación Económica y Regional, del cual Kicillof se hace cargo.

El viceministro de Economía ha sido controversial en varias situaciones donde se presume manipulación de las estadísticas a favor de posturas del gobierno.

Una de ellas fue al final de 2011, con la llamada estadística del IPC-7 Provincias, que comprende las estadísticas de las provincias de Jujuy, Neuquén, Paraná, Rawson-Trelew, Salta, Santa Rosa y Viedma y eran elaboradas por las direcciones provinciales.

La inflación de precios de las provincias duplicaban y hasta triplicaban los datos del INDEC.

Al notar esa disparidad, la publicación del cálculo por el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (CENDA) fue suspendida con la excusa de que existía previamente una modificación del INDEC que no habían tomado en cuenta para el reporte.

Tras la intervención, los datos regionales terminaron siendo acordes a los datos ofciales nacionales.

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