Líderes de la Unión Europea propusieron a la francesa Christine Lagarde como presidenta del Banco Central Europeo, por lo que presentó su renuncia, temporal, al Fondo Monetario Internacional (FMI).
En caso de que el Parlamento Europeo avale el nombramiento, Lagarde ocuparía el cargo por ocho años.
En un escueto comunicado, la funcionaria se dijo honorada por la nominación e informó que “en consultas con el Comité de Ética del FMI, he decidido temporalmente dejar mis responsabilidades como directora gerente del FMI, durante el periodo de nominación”.
En este tenor, los líderes de la UE nominaron a la ministra de defensa alemana, Ursula von der Leyen, para que se convierta en la nueva presidenta de la Comisión Europea y ocupe el lugar de Jean-Claude Juncker por los próximos cinco años.
Christine Lagarde preside al FMI desde 2011, a donde llegó tras una carrera que inició en labores de asesoría en el Capitolio de Estados Unidos, país donde estudió Leyes.
En 2005 fue elegida como ministra de Comercio Exterior francesa, durante el gobierno de Nicolás Sarkozy, quien dos años después la nombró ministra de Agricultura y antes de cumplir un año, pasó al ministerio de Economía, Finanzas e Industria, la primera mujer en este puesto.
La carrera de Lagarde enfrentó su principal obstáculo en el llamado caso Tapie, cuando fue investigada por abuso de poder cuando fue ministra de Finanzas.
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