David contra Googleat
El gen monopólico se ha convertido en parte de la esencia de los grandes conglomerados de Silicon Valley. Google cuenta con una participación de 88 por ciento en el mercado de búsquedas por internet, Facebook y sus subsidiarias mantienen el control del 77 por ciento en el tráfico de redes sociales y Amazon ha utilizado su posición de dominancia para subsidiar adquisiciones en el mercado minorista tradicional. La semana pasada, la compañía fundada por Jeff Bezos compró la cadena Whole Foods por 13.7 mil millones de dólares.
Rodrigo Carbajal
El gen monopólico se ha convertido en parte de la esencia de los grandes conglomerados de Silicon Valley. Google cuenta con una participación de 88 por ciento en el mercado de búsquedas por internet, Facebook y sus subsidiarias mantienen el control del 77 por ciento en el tráfico de redes sociales y Amazon ha utilizado su posición de dominancia para subsidiar adquisiciones en el mercado minorista tradicional. La semana pasada, la compañía fundada por Jeff Bezos compró la cadena Whole Foods por 13.7 mil millones de dólares.
Ante este escenario, los reguladores globales se cuestionan cuál debería ser su postura en relación al creciente poder de mercado de las cinco compañías de mayor valor de capitalización bursátil en el mundo: Apple, Google, Microsoft, Amazon y Facebook; cuya valuación conjunta rebasa los 1.97 billones de dólares.
La Comisión de Competencia de la Unión Europea, dirigida por Margrethe Vestager, ha intentado ofrecer una respuesta a esta cuestión, asumiendo una línea que muchos califican como extremadamente rigorista.
El viernes, el diario Financial Times reportó que la Comisión Europea anunciará en las siguientes semanas una multa de más de 1.1 mil millones de euros a Google por prácticas monopólicas en su servicio de búsqueda. Los reguladores argumentan que la compañía ha abusado de su posición de dominancia para favorecer sistemáticamente a su servicio de compras por internet por encima del de sus competidores.
Esta sería la multa más alta por prácticas anticompetitivas en la historia de la Unión Europea. En el 2009, se impuso un castigo de 1.1 mil millones de euros a Intel.
En una publicación de noviembre de 2016, Kent Walker, vicepresidente de Google y jefe del área legal de la compañía, disputó los señalamientos de la investigación de la Comisión Europea, iniciada hace siete años. El argumento de Walker yace en que no existe correlación significativa entre la dinámica de su servicio de búsqueda y la de su servicio de compras por internet. Además, enfatiza que el verdadero jugador dominante del mercado es Amazon, no Google: “Nuestra respuesta demuestra que el servicio de compras por internet es bastante competitivo, con evidencia robusta apoyando la conclusión de sentido común de que Google y otros sitios están persiguiendo a Amazon, por mucho el mayor participante del mercado”.
¿Firmeza excesiva?
Silicon Valley considera que la Comisión Europea ha asumido una posición estridente en relación a las compañías estadounidenses. Desde el año 2000, los reguladores europeos han iniciado procesos de investigación antimonopolio contra Microsoft, Intel, Apple, Google, Facebook y Amazon.
La multa que se impondrá a Google representa el caso de más alto perfil luego de que, en agosto del año pasado, la Comisión Europea determinó que Apple debería pagar 13 mil millones de euros por recibir “ayuda ilegal estatal” en materia tributaria.
La fuerte tensión entre Silicon Valley y los reguladores europeos se explica en gran medida por la firmeza de los reguladores europeos, a veces considerada como excesiva. Google intentó llegar a un acuerdo extrajudicial con las autoridades antimonopolio, pero fue rechazada en tres ocasiones.