A los directivos de Pemex se les acaban los rubros que pueden eliminar para hacer frente al recorte de su presupuesto.
Debido a la caída internacional de los precios del petróleo, la empresa productiva del Estado anunció una reducción del 11.5 por ciento de sus gastos, lo que equivale a 62 mil millones de pesos.
En un principio, Pemex anunció que sólo había contemplado una recorte principal en sus proyectos de refinación. El anuncio provocó criticas entre analistas que consideran que lo primero que debe recortar la empresa es su ineficiente y grande planta laboral.
No obstante, Emilio Lozoya, director general de Pemex, anunció después que estaban contemplado el despido de parte de sus trabajadores para hacer frente a los nuevos precios del crudo.
Al mismo tiempo, Lozoya dijo que aplazaría diversos proyectos en aguas profundas. Estos proyectos son los que más inversión suelen requerir, por lo que sus márgenes de utilidades son más estrechos.
Los anuncios ensombrecen las promesas de la reforma energética y demuestran cómo los cambios en la legislación llegaron demasiado tardes. Extraer petróleo de aguas profundas era una de los grandes avances de la reforma que ahora tendrá que esperar.
Por el lado del despido de trabajadores, poco se sabe. Los empleados de Pemex gozan de grandes privilegios gracias a su sindicato, cuyo polémico líder, Carlos Romero Deschamps, es actualmente senador del PRI.
Cualquier despido que realice Pemex será sin lugar a dudas bastante costoso.
Recortes en todos lados
Pemex puede aprender varias cosas de las empresas petroleras alrededor del mundo. Desde mediados del año pasado a la fecha, el barril de petróleo ha perdido alrededor del 50 por ciento de su valor y los analistas concuerdan que este fenómeno no es temporal.
Lo mejor que pueden esperar los países exportadores de petróleo como México es una ligera recuperación del precio del crudo en los próximos seis meses. Sin embargo, el exceso de oferta petrolera en el mundo, liderada por la revolución energética del gas shale en los Estados Unidos, indican que nos encontramos ante una nueva era de precios bajos.
De tal modo, las principales empresas petroleras están obligadas a replantear sus modelos de negocio a mediano y largo plazo. Por cuestiones de rentabilidad, uno de los primeros rubros que estos negocios recortaron fue el tamaño de su fuerza laboral.
Un registro realizado por Bloomberg muestra que se han anunciado más de 100 mil despidos en la industria alrededor del mundo desde que laos precios comenzaron a caer.