Con ese dinero pagaríamos…
La noticia del arresto de la maestra Elba Esther Gordillo sorprendió, tanto por las implicaciones políticas, como por la magnitud del monto que presuntamente desvió del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para beneficio personal: 2.6 mil millones de pesos.
Mientras que el procurador de la PGR, Jesús Murillo Karam, marcó que el destino de tal fortuna llegó a la compra de bienes raíces, el pago de tarjetas de crédito y tiendas departamentales de lujo, no queda más que especular otros destinos que pudieron haber llevado al desarrollo de la educación en México.
Jesús M. BadiolaLa noticia del arresto de la maestra Elba Esther Gordillo sorprendió, tanto por las implicaciones políticas, como por la magnitud del monto que presuntamente desvió del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para beneficio personal: 2.6 mil millones de pesos.
Mientras que el procurador de la PGR, Jesús Murillo Karam, marcó que el destino de tal fortuna llegó a la compra de bienes raíces, el pago de tarjetas de crédito y tiendas departamentales de lujo, no queda más que especular otros destinos que pudieron haber llevado al desarrollo de la educación en México.
¿Qué se podría haber beneficiadoo con tal cantidad de dinero?
Si se hubiera invertido en el ámbito educativo en México, la maestra hubiera tenido una amplia gama de oportunidades para sacarle fruto a tal riqueza.
Por ejemplo, pudo haber surtido de becas completas a alumnos de educación básica. En base a los Indicadores del Sistema Educativo Nacional, en la educacion básica, el costo promedio mensual de un alumno en primaria y secundaria es 11 mil 300 pesos anuales.
De ser así, con el dinero que se estima pudo desviar del SNTE podría cubrir todo el gasto de cerca de 230 mil alumnos por un año escolar.
Bajo otro enfoque, Gordillo pudiera haber financiado los nueve años de estudios de primaria y secundaria a cerca de 25.5 mil alumnos.
Supera presupuesto del INBA
En comparación, los 2.6 mil millones de pesos que se presume desvió de forma ilícita, marcarían más del 8 por ciento de lo que se gasta nuestro gobierno federal anualmente en todos nuestros programas de educación superior y otros gastos.
Podría financiar un cuarto del presupuesto al Instituto Politécnico Nacional o 5.3 veces el presupuesto del Colegio de México.
Tal vez el fondo que desvió la maestra pudiera haber servido para financiar algunos de los institutos y subsecretarías dentro de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Por ejemplo, los 2.6 mil millones de pesos es el mismo presupuesto que recibe la Subsecretaría de Educación Superior.
Si tuviera la intención de invertir en las artes, hubiera tenido mucho que aportar dado a que su fortuna es superior al presupuesto para el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y más de la mitad del presupuesto para el Consejo nacional para la Cultura y las Artes.
El monto también podría haber pagado 2.7 Bibliotecas Vasconcelos o, en su defecto, podría haber comprado más de 21.6 millones de libros.