La escasez de semiconductores, mejor conocidos como chips, será prolongada y no solo afectará a la industria automotriz sino a varias enfocadas en la electrónica de consumo como la fabricación de consolas de videojuegos, pantallas y electrodomésticos.
La crisis ocurre en medio de un proceso de cambio estructural en la manufactura e innovación del proceso de producción de los semiconductores, además de la creciente demanda de estos debido a que son cada vez más indispensables para la elaboración de un sinfín de artículos.
Hasta el momento el sector automotriz alrededor del mundo es de los más afectados toda vez que las empresas que fabrican los chips, que son pocas, se están concentrando en los sectores de productos de mayor valor agregado mismos que son más rentables, explica José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Otro factor que está impulsando la baja oferta de estos artículos es que la competencia comercial ha impulsado a Estados Unidos a relocalizar las fábricas de chips para llevarlas hacia su territorio por lo que se trata de una situación que tomará tiempo en normalizarse.
“Me parece que esto va a estar presente lo que resta de este año y por lo menos hasta el 2022, o sea, la escasez de chips es muy notoria en la industria automotriz y también lo será en toda la industria de componentes electrónicos”, señala el especialista.
Estas piezas son fundamentales para distintas partes de la producción de un automóvil como el control de navegación, siste mas de asistencia al conductor o el funcionamiento de las bolsas de aire, por lo que los problemas para obtener los chips impactará a la industria automotriz con pérdidas de hasta 110 mil millones de dólares al concluir 2021, de acuerdo con cálculos de la consultora AlixPartners.
Esta consultoría también señala que alrededor de 3.9 millones de vehículos dejarán de producirse en la industria mundial automotriz debido a esta escasez.
América del Norte es la región más afectada por los problemas de suministro de los semiconductores al impactar hasta 31 por ciento de su producción debido a que las plantas productoras de los chips, muchas de ellas instaladas en Taiwan, priorizan su distribución en Asia, seguido de Europa y en tercer lugar la región que comprende el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), de acuerdo con Alberto Bustamante director de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
Sin industria nacional de chips
La falta de semiconductores también amenaza a las empresas automotrices localizadas en México, mismas que siguen enfocadas en recuperar su nivel de producción, exportación y venta que se vieron afectadas severamente por la pandemia por COVID-19.
Datos de la INA apuntan que de los tres países que conforman la región de América del Norte, México es el que reporta el menor impacto provocado por la falta de chips con un 18 por ciento de vehículos afectados en lo que va del 2021, que representa un total de 135 mil 845 automóviles.
El impacto en el caso de Estados Unidos asciende a 478 mil 197 vehículos, que representa 62 por ciento de su producción y Canadá 154 mil 511, es decir, 20 por ciento del impacto.
Aunque se trata de un menor impacto se pone en riesgo la recuperación del sector automotriz mexicano que depende cien por ciento de empresas extranjeras de tecnología para su abastecimiento.
“No existe fabricación nacional (de chips), dependemos de atraer a empresas de otros países y en ese sentido en el corto plazo con México me parece que va a tener que buscar asociarse con empresas trasnacionales para tratar de atraer estos chips y además cumplir con los elementos de contenido regional que están en el T-MEC”, explica De la Cruz Gallegos.
Además advierte de la importancia de generar un programa industrial robusto que impulse la fabricación de tecnología avanzada en el país.
Cabe recordar que el sector automotriz suspendió actividades desde la segunda quincena de marzo y hasta el uno de junio de 2020, una vez que fue declarada como actividad esencial por el Consejo de Salubridad General.
Este paro de actividades significó una caída de 24.2 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB) durante el segundo trimestre de 2020 comparado con el trimestre anterior, al alcanzar 3.17 billones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
De febrero a marzo del 2020 las ventas al público de vehículos ligeros en México cayeron aproximadamente 16 por ciento, mientras que de marzo a abril la disminución fue de 60 por ciento. Pero a partir de mayo empezaron a recuperarse gradualmente mes a mes, de manera que para octubre, se vendieron 84 mil unidades, lo cual es casi igual al número de unidades vendidas en marzo del 2020, según datos del INEGI.