El banderazo que marcó el arranque de actividades masivas y conciertos en México fue el semáforo verde epidemiológico de COVID-19 y trajo consigo el despunte de festivales y eventos deportivos como el Grand Prix de Fórmula 1, Corona Capital, Coca-Cola Flow Fest en la Ciudad de México, Tecate Pa’l Norte, Festival Victoria Nortex en Monterrey, sólo por mencionar algunos.
Sin embargo, el regreso de estas actividades de esparcimiento también llega con un incremento exorbitante en sus precios, así como la falta de distanciamiento entre el público y demás reglas sanitarias que las autoridades dejan pasar por alto.
El costo de los boletos para apreciar la Fórmula 1 el pasado fin de semana, por ejemplo, rondaba los mil 500 pesos más cargos de servicio, por los tres días, en un área de Sol designada como Grada 2A, mientras que el área más exclusiva de Sky boxes, que contaba con amenidades, bebidas, alimentos incluidos y más, tenía un costo de 39 mil 375 por persona.
En la página oficial mexicogp. mx, todas las áreas del Autódromo Hermanos Rodríguez aparecen completamente vendidas y los organizadores reportaron una afluencia de más de 371 mil personas en los tres días de este evento automovilístico.
En los eventos musicales y conciertos el costo de los boletos también ha llamado la atención de los interesados en asistir. El Corona Capital inició con un costo por los dos días que dura el evento de dos mil 399 en los primeros días de venta. Pero actualmente estos dos pases cuestan 300 pesos más, sólo para el acceso general, mientras que los boletos por días individuales ya se han agotado en este bloque, y en fase tres cuestan mil 999 pesos por día, más cargos de servicio.
La demanda por accesos al Coca-Cola Flow Fest, que reúne a artistas de reguetón, es tal que actualmente sólo se encuentra disponible por 2 mil 590 pesos más cargos, esto solamente para el acceso de una persona, para el evento a realizarse el 27 de noviembre próximo.
En septiembre pasado, la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE) y Grupo Televisa anunciaron que se reanudaron negociaciones de la venta de Operadora de Centros de Espectáculos (OCESA) a Live Nation, por el 51 por ciento de sus acciones; esta última productora con su base de operaciones en Beverly Hills, California, es el mayor conglomerado del entretenimiento a nivel mundial, que tiene el control de Ticketmaster.
Tanto el Corona Capital, el Gran Premio de Fórmula 1, CocaCola Flow Fest y más son ejecutados por CIE-OCESA.
En el 2020, Live Nation publicó que sus pérdidas fueron de alrededor de ocho mil millones de dólares, pero de cara al 2022 han reservado el doble de shows de los agendados en 2019, en tanto que CIE dejó de ganar el año pasado mil 240 millones de pesos.
El manejador ibérico expresa que esta situación sucede en todas las latitudes del mundo, y pone como ejemplo que en España ya se venden las entradas para el Mad Cool Festival, que tendrá cinco días de duración en 2022, y por acudir un solo día para ver a Metallica, Placebo y Twenty One Pilots, entre otras bandas, el costo es de 88 euros, un equivalente a dos mil 74 pesos. Los boletos VIP para el mismo día costaban 150 euros –tres mil 535 pesos, aproximadamente–, y ya se encuentran agotados.
“Es impensable que un carajito (niño) que gana 800 euros al mes en el mejor de los casos (18 mil 800 pesos aproximadamente) se pueda gastar 150 en una noche, es absurdo. Supongo que se las pagarán entre sus padres y los hermanos, ese es el problema, que la gente lo paga, se buscan la vida, piden un crédito, en fin, hacen lo que sea pero quieren ir a ver el show”, agrega en entrevista con Reporte Índigo.
Este incremento en el costo de los boletos de conciertos está relacionado con la evolución de la industria de la música, advierte un análisis del portal especializado SunBiz Weekly.
El artículo titulado Why are Concert Tickets so Expensive? (¿Por qué las entradas a los conciertos son tan costosas?) advierte que los artistas han hecho de los conciertos su fuente principal de ingresos luego de que la venta de discos se ha desplomado frente a los servicios digitales de música.
Advierte también que la producción de los conciertos es cada día más sofisticada y extravagante, ante la competencia que se ha desatado en los conciertos, la integración de tarifas de reserva y el incremento en la aparición de revendedores durante los últimos meses, lo que ha contribuido al disparo en los precios de los boletos.