El tema pendiente

El nuevo milenio fue testigo del crecimiento inercial de la economía nacional, de una tasa promedio de 2.2 por ciento desde 2001; por lo que es un asunto sin resolver de la política económica del país. 

La tendencia no fue diferente para el segundo trimestre del año, cuando la economía se desaceleró ligeramente por el menor avance en el sector servicios, de acuerdo a cifras preliminares que publicó el INEGI. 

Este resultado fue menor respecto al primer trimestre del año, cuando se desataron temores de una desaceleración por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

En su comparación anual, el PIB de México creció 1.8 por ciento, en el segundo trimestre, en cifras no ajustadas por estacionalidad. En cifras desestacionalizadas, el indicador preliminar tuvo un alza de tres por ciento, frente a igual trimestre de 2016, de acuerdo a la agencia Reuters.

En mayo de este año, la Secretaría de Hacienda subió su estimación de crecimiento del PIB para 2017, a un rango de 1.5 a 2.5 por ciento, desde un rango de 1.3 a 2.3 por ciento previo; mientras que hace unos días, el Fondo Monetario Internacional revisó al alza el pronóstico a 1.9 por ciento desde 1.7 por ciento.

Tras publicarse el reporte de INEGI, el titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda, Luis Madrazo indicó que esperarán el dato oficial del PIB para hacer alguna revisión al rango de estimación de la economía para el presente año.

Al respecto dijo que el crecimiento anualizado del PIB, en cifras originales resultó más bajo porque el año pasado, la Semana Santa se celebró en el primer trimestre, mientras que en 2017 fue en abril.

“Sí, hay un buen dato en materia de crecimiento, sobre todo poniéndolo en contexto de la incertidumbre de principios de año. La verdad es que la economía mexicana ha demostrado una solidez importante”, refirió.

El 22 de agosto, el INEGI publicará las cifras definitivas, cuando hacienda podría hacer una revisión a la estimación oficial del crecimiento del PIB para 2017.

Cuando Trump asumió la presidencia, reiteró sus amenazas de poner impuestos a las importaciones mexicanas e incluso de abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que está a semanas de comenzar su renegociación por los tres socios.

Por lo pronto, la relación comercial de México con Estados Unidos no ha cambiado; además, “la depreciación acumulada del peso ha proporcionado ganancias competitivas para las exportaciones mexicanas”, según un análisis de BBVA Bancomer.

También el sector manufacturero se ha mantenido fuerte ante la incertidumbre que rodea la renegociación del TLCAN, con Estados Unidos.

La resistencia de la actividad manufacturera contribuyó a que las actividades secundarias no se desplomen por la inquietud que genera la negociación del pacto comercial y pese a la crisis del sector minero, afirmó un reporte de Invex. 

Más de lo esperado

De acuerdo con la estimación oportuna de INEGI, el crecimiento del PIB fue de 0.6 por ciento en el segundo trimestre del presente año, en relación al trimestre anterior, por encima de 0.2 por ciento esperado por el consenso del mercado.

A ese desempeño contribuyó las actividades terciarias, que siguen siendo el principal impulsor del avance económico con una tasa de 0.8 por ciento trimestral, mientras que las primarias disminuyeron dos por ciento.

En relación con el segundo trimestre de 2016, el PIB avanzó tres por ciento.

“El crecimiento de la economía mantiene su ritmo y podrá cerrar el año cerca de nuestro estimado de 2.2 por ciento”, explicó un reporte de Banco Intercam.

También Banorte mantuvo el pronóstico de 1.9 por ciento para el crecimiento del PIB durante 2017.

De acuerdo al análisis, hubo tres factores que reflejan la mayor fortaleza de la economía mexicana durante el segundo trimestre del año. Uno de ellos es la menor incertidumbre en torno al impacto de las políticas que busca instrumentar la administración de Trump en torno a México.

Otro elemento es la recuperación que ha registrado el sector manufacturero; además del mayor dinamismo del gasto de los hogares mexicanos, lo cual se ha reflejado principalmente en el crecimiento de los servicios.

“En este contexto, mantenemos nuestro estimado de crecimiento para la economía mexicana en 1.9 por ciento durante 2017”, apuntó Banorte.

Bajará ritmo económico

A pesar del mayor dinamismo que ha registrado la actividad económica en el país, persisten riesgos que derivarán en un menor dinamismo económico hacia delante, sobre todo por una desaceleración marginal del consumo privado debido al incremento de la inflación; lo que estaría compensado parcialmente por el avance del empleo, y por el crédito bancario al sector privado.

“No obstante, éste continuará siendo uno de los principales motores de crecimiento del país”, agregó el análisis.

En el mismo sentido, es probable que el esfuerzo de consolidación fiscal que ha implementado el Gobierno federal se vea reflejado en una fuerte disminución de los proyectos de infraestructura pública.

También se esperaría que la recesión de la industria minera, y en particular de la producción petrolera, se mantendrá en la segunda parte del año, lo cual continuará anulando los efectos positivos de la mayor producción manufacturera.

Esta tendencia es relevante a la luz del bajo desempeño económico del país en los últimos 16 años, que ha tenido repercusiones en la pérdida de 1.83 millones de empleos bien remunerados, refirió un análisis del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).