Criptomonedas bajo la lupa del Comité de Basilea

El auge de las monedas digitales parece estar preocupando al Comité de Basilea que ya ha llevado a cabo varios llamados para elaborar propuestas de regulación en torno a estos activos
María Fernanda Navarro María Fernanda Navarro Publicado el
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Autoridades mundiales bancarias siguen reuniendo ideas para establecer regulaciones en la relación entre las criptomonedas y los bancos con el objetivo de reducir riesgos y mitigar efectos negativos en el sistema financiero.

En medio de la acelerada evolución de estos activos y su trayectoria irregular en las bolsas de valores, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea está llevando a cabo consultas públicas para establecer propuestas rumbo al tratamiento prudencial de las exposiciones bancarias de los criptoactivos.

El Comité de Basilea señala que aunque la exposición de los bancos a los criptoactivos actualmente es limitada, sí están generando una serie de preocupaciones respecto a la “protección del consumidor, el lavado de dinero, el financiamiento al terrorismo y su huella de carbono”.

“El Comité opina que el crecimiento de los criptoactivos y los servicios relacionados tiene el potencial de generar preocupaciones sobre la estabilidad financiera y aumentar los riesgos que enfrentan los bancos”
Comité de Basilea

“Ciertos criptoactivos han exhibido un alto grado de volatilidad y podrían presentar riesgos para los bancos a medida que aumentan las exposiciones”, se advierte en el documento Prudential Treatment of Cryptoasset Exposures.

Entre los riesgos que también menciona el documento señala el de liquidez, crediticio, riesgos de mercado, fraude, riesgos cibernéticos y riesgos legales de reputación.

La consulta pública a la que se llamó el pasado 10 de junio por parte del Comité de Basilea se enfoca en los activos digitales privados que dependen principalmente de criptografía o los que se utilizan con fines de pago o inversión para acceder a bienes o servicios.

Entre los principios generales para las regulaciones a establecerse se apunta que los activos digitales con funciones económicas y riesgos equivalentes a los de los activos tradicionales deben estar sujetos a los mismos requisitos de capital y liquidez, entre otros, apunta el documento.

“El marco prudencial debe aplicar el concepto de ‘neutralidad tecnológica’ y no estar diseñado de manera que defienda o desaliente explícitamente el uso de tecnologías específicas relacionadas con los criptoactivos”, se puede leer en el documento.

Otra consideración es que la regulación a estos activos deberá ser sencilla y asumirse como un estándar mínimo para los bancos con actividad internacional, aunque las jurisdicciones tendrán libertad para aplicar medidas adicionales incluidas aquellas que prohíban a sus bancos tener exposiciones a los activos digitales.

Diversos organismos financieros ya están explorando el terreno de los activos digitales como Bank of New York Mellon, el banco más antiguo de Estados Unidos, que en febrero de este año anunció la creación de una división de activos digitales para que sus clientes puedan invertir, custodiar y transferirlos; la filial de BBVA en Suiza, que empezó a operar con la compra-venta de Bitcoin; o Goldman Sachs y JPMorgan que tienen planes de facilitar inversiones en criptomonedas.

Cabe destacar que las últimas semanas se han registrado desplomes del valor de las criptomonedas debido a la llegada de inversionistas minoristas y las advertencias del Banco Central de China para que las empresas de ese país no acepten monedas digitales como pago.

Las otras monedas digitales

Previo a las consultas públicas elaboradas por el Comité de Basilea, en febrero de este año el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) llevó a cabo una encuesta relacionada con las monedas digitales denominadas Central Bank Digital Currencies (Monedas Digitales de Bancos Centrales, abreviadas como CBDC).

En este ejercicio enfocado en 65 bancos centrales, se advirtió que 86 por ciento de ellos están experimentando con los beneficios o inconvenientes del manejo de estos activos, pero en todo caso la exploración ocurre en el terreno de sus propias CBDCs.

Estas CBDCs son dinero emitido por el banco central denominado en la unidad de cuenta nacional y representan un pasivo del banco central, explica el documento Ready, stady, go? Resultados de la tercer encuesta de Monedas Digitales de Bancos Centrales.

El estudio detalla que el 60 por ciento de los bancos centrales están realizando experimentos o pruebas de concepto, frente al 14 por ciento que avanza hacia acuerdos de desarrollo y pilotos.

Un dato interesante de la encuesta es que los países con economías emergentes reportan mayores motivaciones para emitir criptomonedas que los países con economías avanzadas, en gran medida por la inclusión financiera y la estabilidad financiera que estas monedas pudieran impulsar.

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