Crisis en el aire
El encubrimiento por prácticas de colusión ha puesto en medio de la tormenta a Aeroméxico, que sin el adecuado manejo de crisis podría llevar a la aerolínea más grande del país a tener otro destino, como su salida del mercado
Viviana BranEl sector aeronáutico en México vuela bajo desde hace años. El último trueno en la tormenta fue la sanción de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) a Grupo Aeroméxico, la extinta Mexicana de Aviación y tres personas físicas por incurrir en prácticas monopólicas absolutas que afectaron a más de tres millones de pasajeros.
Si esta situación no se resuelve a favor de Aeroméxico, en el peor de los escenarios el prestigio de la aerolínea más grande de México resultará afectado, además existe el riesgo de que salga del mercado, como ocurrió paulatinamente con Mexicana de Aviación y Aviacsa.
Fernando Gómez, analista independiente del sector aeroportuario, asegura que al ser el competidor más relevante para la industria nacional cualquier conflicto por el que atreviese repercute en la estabilidad de todo el sector.
“Es un efecto dominó, ya que este negocio no solo se trata de aerolíneas, también de turismo, comercio, servicios y personal”, detalla el analista.
Aeroméxico, dirigido por Andrés Conesa, cuenta con una participación de mercado a nivel nacional de 41.27 por ciento y al cierre de 2018 transportó a 21.8 millones de pasajeros, monto 5.9 por ciento superior al reportado un año antes.
Las rutas a tomar
El regulador impuso una multa total por 88 millones 211 mil pesos por monopolizar el mercado entre 2008 y 2010.
Con base en la Ley Federal de Competencia Económica de 1992, Aeroméxico deberá pagar una multa de 86 millones 190 mil pesos y Mexicana de Aviación 58 pesos (se trata más de una sanción simbólica por estar fuera de operación desde 2010).
Para el caso de las tres personas que cometieron a nombre de las aerolíneas el ilícito, se les fijó una multa de 2 millones 20 mil 972 pesos.
Entre los motivos del regulador destaca que la libre competencia en este sector se vio afectada cuando estas aerolíneas crearon entre sí contratos, convenios y arreglos con el objetivo de establecer de manera coordinada los precios que cobrarían a los usuarios del transporte aéreo.
El encubrimiento por prácticas de colusión, de acuerdo con la Cofece, se suscitó cuando tres personas físicas actuaron en representación de las aerolíneas (de las cuales hasta la fecha se desconoce cuáles son), utilizando sobrenombres en los correos referidos para encubrir su identidad.
Durante ese periodo, en al menos 112 rutas se modificaron los precios, por lo que aproximadamente 42.1 por ciento del tráfico total de pasajeros en vuelos nacionales se vio afectado.
Esta práctica desleal alcanzó a más de tres millones y medio de pasajeros, por lo que los daños a este mercado sumaron un total de dos mil 8 millones 689 mil pesos, de acuerdo con la información de la Comisión a cargo de Alejandra Palacios.
Un punto a favor de Aeroméxico es que desde el día en que la Cofece hizo pública la sanción, la empresa manifestó su desacuerdo en el contenido de la resolución que, además de considerarla como discriminatoria y extemporánea, refiere supuestos hechos ocurridos hace una década e involucra a una empresa que suspendió operaciones desde hace más de ocho años (Mexicana de Aviación).
Fernando Gómez asegura que Aeroméxico podría mantener el prestigio de su imagen, al brindar certeza a los usuarios y a sus inversionistas.
A salvo de la turbulencia
Otras de las líneas aéreas que también están en la mira del regulador son Interjet y Volaris. No obstante, en el caso de estas empresas ninguna resultó afectada, ya que la evidencia que obra respecto a su participación se encuentra fuera del plazo que la Cofece tiene para sancionar este tipo de prácticas, ya que se basa en la Ley Federal de Competencia Económica 2006.
A la turbulencia de Aeroméxico se le suma a una serie de demandas por parte de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), que exige un alza salarial de 10 por ciento.
La asociación amenazó a la aerolínea con estallar una huelga para el 31 de mayo a las 24 horas, aunque cerca de dos mil 200 trabajadores esperan llegar a un acuerdo antes del vencimiento de plazo.
ASSA exige que la aerolínea mejore las cláusulas de previsión social, las jornadas de trabajo, así como el respeto a los recesos que están plasmados en el contrato colectivo de trabajo.
Respecto a la situación de los pilotos que se encuentran trabajando en la actualidad con Aeroméxico, Mauricio Aguilera, secretario de prensa de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), asegura que uno de los temas que preocupa a este grupo es la parte del prestigio.