General Motors despedirá a 14 mil 700 obreros y directivos en América del Norte y cerrará cinco plantas paulatinamente mientras se reestructura para reducir costos y enfocarse más en los vehículos autónomos y eléctricos.
En las fábricas, 3 mil trabajadores podrían perder empleos en Canadá y otros 3 mil 600 en Estados Unidos. Algunos trabajadores Se trasladarían a plantas de camiones y SUV donde GM está aumentando la producción.
GM, el mayor fabricante de automóviles de los EU incluye las marcas Chevrolet, Buick, Cadillac y GMC.
La compañía informó que con la reestructuración se ahorrarán 6 mil millones en efectivo para fines del próximo año, incluidos 4.5 mil millones en reducciones de costos anuales recurrentes y una reducción de 1.5 mil millones en gastos de capital.
Esos recortes son adicionales a los 6 mil 500 millones que la compañía había anunciado para fines de este año.
En Canadá, cerrará su planta en la localidad de Oshawa como parte de una reestructuración de sus operaciones globales y para enfocarse en vehículos autónomos y de cero emisiones.
La planta, ubicada a 62 kilómetros al este de Toronto, emplea a 300 trabajadores de base y a dos mil 500 por horas y está enfocada en la producción de vehículos tradicionales.
Concretamente, GM planea lanzar 20 nuevos vehículos eléctricos para el año 2023, aunque no se sabe cuándo planea cubrir toda su flotilla con carros eléctricos.
Tanto el primer ministro Justin Trudeau como el gobernador de Ontario, Doug Ford, fueron informados anoche del cierre de la planta, antes del anuncio oficial de este lunes. Fuentes gubernamentales dijeron que examinarán el impacto del cierre de la planta y las medidas a tomar para ayudar a los trabajadores automotrices afectados.
El sindicato Unifor, que agrupa a miles de trabajadores automotrices informó que la planta está programada para quedar inactiva antes de diciembre de 2019.
Tan pronto comenzó a circular desde anoche la versión de que la planta cerraría después de 65 años de operaciones, los representantes de los sectores políticos, económicos y sociales comenzaron a reaccionar al respecto, considerando el impacto muy negativo para las familias canadienses y la economía.
La planta de GM en Detroit advirtió en junio al presidente estadunidense Donald Trump que aumentar las tarifas de los metales y de las importaciones de China y Europa aumentaría el precio de los vehículos, bajaría las ventas y los empleos.
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