¿Cuánto más aguantará Grecia?
Los organismos internacionales encargados de la difícil tarea de rescatar a Grecia pasaron la bolita una vez más.
Los ministros de finanzas de la Eurozona prefirieron no tomar ninguna decisión sobre un nuevo rescate hasta el próximo martes, ante lo que muchos perciben como conflictos al interior de la “troika”, integrada por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
Jesús M. Badiola
Los organismos internacionales encargados de la difícil tarea de rescatar a Grecia pasaron la bolita una vez más.
Los ministros de finanzas de la Eurozona prefirieron no tomar ninguna decisión sobre un nuevo rescate hasta el próximo martes, ante lo que muchos perciben como conflictos al interior de la “troika”, integrada por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
La única decisión que tomaron los acreedores fue alargar el sufrimiento griego. Los ministros de finanzas de la zona otorgaron a Grecia una extensión hasta el 2016 para llegar a su objetivo de reducir el déficit presupuestal a 2 por ciento del PIB.
Ello le podría costar a los organismos hasta 41 mil millones de dólares adicionales en préstamos para Grecia, notablemente por encima de lo que esperaban tener que seguir aportando a los helénicos.
Los ministros dejaron para una nueva junta, a realizarse el martes próximo, el resolver de qué forma se pagará tal extensión.
Mientras tanto, los pocos con capacidad para financiar a Grecia cada vez esconden más la cartera.
¡Ni un euro más!
La carga política de tener a Grecia pendiendo de un hilo y sin hacer las contribuciones necesarias para salvar a la nación helénica, aún no ha repercutido en consecuencias notoriamente adversas.
Aún así, la canciller alemana Angela Merkel se encuentra en un fuerte dilema que podrá forjar su futuro como líder europea de facto. El pueblo alemán ha aclamado no querer invertirle un euro más a la situación griega.
Merkel ha reiterado su interés porque Grecia se mantenga en la Eurozona y continuamente advierte de las repercusiones mundiales que tendría su temprana salida de la comunidad, tanto por la especulación financiera como por las cuestiones de levantamientos sociales.
Mientras tanto, se prevé que una continuidad de Grecia en la Eurozona tendrá que ser respaldada por mayores fondos invertidos tanto por el BCE y el FMI, ambos en los cuales Alemania tiene fuertes aportaciones.
De forma indirecta, se dimensiona que el darle mayor oportunidad y libertades a Grecia para obtener fondos y restar restricciones hacia su salvación marcará un peso mayor al costo fiscal alemán.
El partido de Merkel, la Unión Democrática Cristiana (CDU) ha perdido popularidad dado a la negación del votante alemán de seguir pagando las deudas griegas.
En septiembre de 2013 se realizarán elecciones generales en Alemania, las cuales podrían poner en juicio a las políticas de Merkel, quien ha tenido la titánica tarea de buscar mantener un balance entre su liderazgo en la Eurozona y su puesto como líder de su partido nacional.
El conflicto del FMI
Dentro de la troika, el principal conflicto es entre Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, y los demás miembros sobre otra extensión otorgada a Grecia.
Los integrantes decidieron dar otros dos años a los griegos para reducir su deuda al 120 por ciento del PIB del 2020 al 2022. Se espera que para 2013, el déficit de Grecia alcance el 190 por ciento del PIB.
Actualmente, el FMI paga cerca de un tercio del rescate financiero a Grecia.
Cabe notar que existe una diferencia entre el déficit y la deuda importante.
El déficit se trata de la diferencia entre gastos e ingresos del gobierno, mientras que la deuda incluye todo lo que el gobierno emite en bonos.
Lo cierto es que para los acreedores, la fecha oficial no importa mucho, puesto que se ha cambiado constantemente.
El plazo es tan a largo plazo que nadie parece estar preocupado por la diferencia entre 2020, 2022 o 2025, pues lo más probable es que Grecia no pague. Tras el anuncio de los ministros de finanzas, los mercados se mostraron, una vez más, escépticos.
El euro cayó a su nivel másbajo en dos meses respecto a las principales monedas del mundo, incluyendo el dólar.
Por su parte, los griegos, a pesar de la presión pública por ignorar a las obligaciones crediticias, han estado haciendo gradualmente su tarea.
El lunes, el Parlamento aprobó con 178 de 300 votos a favor el presupuesto de austeridad para 2013. El primer ministro griego, Antonis Samaras, aseguró que serían los últimos recortes que la población tendría que aguantar; aunque la escala de los daños estima que se necesitarán otros recortes para 2015-2016 valuados en 4 mil millones de euros para continuar con sus planes.
En el caso de que el FMI decida dejar de fondear hacia el rescate de Grecia, con tal de buscar cuidar su propia integridad financiera, todo el peso financiero caería en el BCE y se marcaría como una importante señal de desconfianza y los mercados financieros lo notarían.