Dilma contra los mercados

En 2010, cuando llegó a la presidencia de Brasil, las cosas parecían marchar excelente para Dilma Rousseff. 

El país mostraba un crecimiento económico por encima del 7 por ciento, la pobreza continuaba reduciéndose, y para los inversionistas los mercados brasileños eran de los más atractivos entre las economías emergentes.

Pero ahora que se encuentra en su segunda elección, cuyo desenlace tomará lugar este 26 de octubre, el panorama se ha oscurecido para Rousseff, líder del Partido de los Trabajadores (PT). 

Rolando Hinojosa Rolando Hinojosa Publicado el
Comparte esta nota

26
de octubre fecha en la se llevará a cabo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil
http://youtu.be/BnX74kt2lOI

En 2010, cuando llegó a la presidencia de Brasil, las cosas parecían marchar excelente para Dilma Rousseff. 

El país mostraba un crecimiento económico por encima del 7 por ciento, la pobreza continuaba reduciéndose, y para los inversionistas los mercados brasileños eran de los más atractivos entre las economías emergentes.

Pero ahora que se encuentra en su segunda elección, cuyo desenlace tomará lugar este 26 de octubre, el panorama se ha oscurecido para Rousseff, líder del Partido de los Trabajadores (PT). 

La economía brasileña se ha estancado, el real y los mercados financieros del país han mostrado fuertes caídas, la inflación sigue creciendo velozmente, y su gobierno se ha enfrentado a protestas masivas desde hace más de un año.

Esto podría indicar que los mercados prefieren al contrincante de Dilma, Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que ha propuesto el tipo de reformas estructurales que el país podría necesitar para enfrentarse a sus retos económicos y asegurar la permanencia de sus programas sociales.

Pero Neves no ha logrado convencer a la mayoría de la población de esto, obteniendo 8 puntos porcentuales menos del voto que Rousseff en la primera ronda de las elecciones, y aún manteniéndose detrás en las encuestas. 

Crucialmente, el apoyo popular de Rousseff está concentrado en el norte del país, que es menos desarrollado que el sur y concentra a la mayoría de los usuarios del programa Bolsa Familia del gobierno brasileño. 

El sur, que contiene las mayores ciudades del país y un electorado con mayores ingresos promedio, se inclina más hacia Neves.

Rousseff: más de lo mismo

Los programas sociales de Dilma Rousseff, que además de Bolsa Familia incluyen subsidios de vivienda y servicios junto con becas estudiantiles, han asegurado su popularidad, pero su política fiscal expansionaria ha acelerado la inflación del país.

Otro factor que ha contribuido a empeorar la inflación brasileña ha sido la fuga de capital en los mercados brasileños, que ha depreciado el real e incrementado el costo de las importaciones. Analistas y expertos concuerdan que en parte estas fugas han sido motivadas por las políticas intervencionistas de Rousseff.

Esta situación inflacionaria ha obligado al Banco Central de Brasil a subir sus tasas de interés, lo cual ha contribuido al estancamiento del crecimiento económico del país. 

Pero en lugar de combatir las causas de fondo de esta estanflación, el gobierno de Rousseff ha subsidiado el costo de combustibles, como el petróleo y el etanol, para mitigar el impacto inflacionario.

Esto ha creado una situación en donde la mayoría de los votantes aún no siente el impacto económico negativo de las políticas de Rousseff. 

Pero como The Economist reporta, si el gobierno de Rousseff ofrece más de lo mismo por los próximos cuatro años, Brasil se hundirá aún más y la población terminará pagando el precio.

Neves: alternativa impopular

La mayoría de los votantes que apoyan a Aécio Neves lo hacen por la razón de que no es Rousseff. 

Las propuestas del candidato del PSDB -partido que no ha obtenido la victoria presidencial desde 1998- han recibido atención por parte de los medios y de analistas como alternativas a las políticas actuales.

Neves, senador y exgobernador de Minas Gerais, ha propuesto cambiar el curso de las políticas macroeconómicas del gobierno, recortar la inflada burocracia brasileña y volver un proceso más fácil la rendición de cuentas del Congreso ante el electorado. 

Además, sus propuestas incluyen una simplificación del sistema tributario, un impulso a la inversión privada en infraestructura, y devolver la eficiencia y transparencia a Petrobras. 

Este último punto se ha vuelto particularmente relevante recientemente, ya que la paraestatal petrolera brasileña se ha visto sacudida por un escándalo de sobornos y desvío de recursos públicos que ha amenazado la popularidad del PT.

Y contrario a lo que sus críticos del PT, que lo han pintado a él y a su partido como gente adinerada e insensible, Neves ha prometido no sólo combatir la inflación, sino además mantener los programas sociales populares.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil