Divide al G20 recorte de estímulo

Aunque el tema del conflicto en Siria ha amenazado con descarrilar las discusiones, la agenda económica ha sido un importante tema de discusión en la reunión anual de los líderes de los países miembros del G20, que se realiza durante esta semana en San Petersburgo. Oficialmente, la agenda del evento está enfocada en el crecimiento económico, la política monetaria y la regulación financiera y fiscal alrededor del mundo.

Durante sus discusiones de ayer, se reporta que las economías emergentes y las desarrolladas no lograron ponerse de acuerdo respecto a un tema crucial: los efectos del recorte previsto en el estímulo monetario en los Estados Unidos. 

El G20 se encuentra dividido ante una recuperación cada vez más veloz en Estados Unidos, un estancamiento persistente en Europa y turbulencia en las economías emergentes como reacción a la posibilidad de recorte en el estímulo estadounidense.

“Nuestra principal tarea es devolverle el crecimiento estable y balanceado a la economía global. Esta tarea, desafortunadamente, no ha sido completada”, dijo durante la reunión el presidente ruso Vladimir Putin, según reporta la agencia Reuters. 

“Por lo tanto los riesgos sistémicos, las condiciones para una aguda recaída en la crisis, persisten”, apuntó el mandatario a los otros líderes presentes.

Se espera que los líderes aprueben una serie de iniciativas y compromisos con la intención de luchar contra la evasión fiscal internacional y fortalecer la regulación financiera, sobre todo respecto a instrumentos riesgoso que podrían provocar otra crisis. 

Notablemente ausente en la discusión ha estado el tema de los compromisos de reducción de deuda gubernamental, impulsados principalmente por Alemania, pactados durante la reunión del G20 del 2010.

Problemas en emergentes

Putin evitó mencionar específicamente los riesgos que implica el cambio propuesto en la política monetaria estadounidense, que actualmente inyecta 85 mil millones de dólares al mes a su economía, mediante un programa de compra de bonos. 

En mayo de este año, la sugerencia por parte de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (Fed), de recortar el ritmo de compras de la Fed conforme Estados Unidos continúe recuperándose, causó una fuga masiva de capital en los mercados emergentes. 

Las economías en desarrollo se han enfrentado a problemas de volatilidad en sus mercados y pérdida de valor de sus monedas frente al dólar desde entonces.

Actualmente se prevé que la Fed anuncie una reducción de 10 mil millones de dólares en su ritmo de compras durante su próxima reunión de política monetaria, que se realizará el 17 y 18 de septiembre.

El mensaje enviado hacia los Estados Unidos por el grupo de discusión de los países emergentes del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) fue mucho más claro que el del presidente anfitrión. 

“La eventual normalización de las políticas monetarias necesita ser efectiva y cuidadosamente calibrada y claramente comunicada”, dijeron  los BRICS mediante un comunicado en conjunto. Los cinco países emergentes anunciaron además que comprometerían 100 mil millones de dólares a un fondo de reserva que podría ayudarlos a combatir el riesgo de una crisis en su balanza de pagos.

En respuesta, Estados Unidos dijo que los países emergentes tendrán que enfrentar la situación por su cuenta, mientras su política se ajusta a su salida de la crisis. 

Ben Rhodes, asistente del presidente Barack Obama en temas de seguridad nacional de Estados Unidos, dijo que “las economías emergentes, cada vez más, tendrán que buscar demanda dentro de sus propias fronteras”.

De lo que hablan

Puntos clave en la agenda económica de la reunión del G20 en Rusia:

>   Política monetaria estadounidense y mercados emergentes
>   Crecimiento económico
>   Evasión fiscal internacional
>   Fortalecimiento de la regulación en el sistema financiero
>   Comercio internacional