¿Dominancia o competencia?
De acuerdo a las estimaciones de la Comisión Federal de Competencia, en tres meses se acabarán las exclusividades para microcerveceros en restaurantes, bares y cantinas, mientras que los grandes competidores tendrán acceso al 75 por ciento del mercado.
Eduardo Pérez Motta, presidente de la Cofeco, afirmó que el mercado cervecero se abrirá a la competencia en tres meses cuando entre en vigor la resolución que tomó la comisión el 4 de julio pasado.
Alejandro Dabdoubhttp://www.youtube.com/watch?v=yLWG0QXGJ6Q
De acuerdo a las estimaciones de la Comisión Federal de Competencia, en tres meses se acabarán las exclusividades para microcerveceros en restaurantes, bares y cantinas, mientras que los grandes competidores tendrán acceso al 75 por ciento del mercado.
Eduardo Pérez Motta, presidente de la Cofeco, afirmó que el mercado cervecero se abrirá a la competencia en tres meses cuando entre en vigor la resolución que tomó la comisión el 4 de julio pasado.
Asimismo, comentó que los contratos de exclusividad, aquellos que obligan a los comerciantes a vender solo una marca de cerveza cerrando la entrada a los competidores, no son ilegales.
En ese sentido, las exclusividades solo están prohibidas cuando una empresa es dominante o quiera desplazar indebidamente a un competidor, lo que a criterio de la Cofeco no sucede en la industria cervecera.
No obstante, los datos de la industria confirman que Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma y Grupo Modelo controlan el 98 por ciento de las ventas de cerveza en México. Además, las dos empresas operan monopolios regionales, por lo que existen lugares donde solo hay presencia de un solo productor de cerveza.
A pesar de lo anterior, Pérez Motta ha defendido que los contratos de exclusividad no solo están permitidos en el mercado de la cerveza, sino que ayudan a pequeños comerciantes a ser más competitivos.
Por otro lado, especialistas en el tema consideran que las disposiciones de la Cofeco no resuelven el problema de competencia de la industria cervecera.
La participación de mercado que se abre con motivo de la resolución son únicamente restaurantes, bares y cantinas para los pequeños productores, mientras que las empresas grandes tendrán que luchar todavía con contratos de exclusividad.
La apertura de la Cofeco que beneficia a los cerveceros artesanales puede ser solo de manera temporal, ya que el duopolio cervecero mexicano, conformado por Modelo y Cuauhtémoc Moctezuma, tiene el derecho de decidir en 5 años dejar de cumplir con la resolución.
En ese caso, la autoridad no tendrá manera de forzar a las grandes cerveceras a seguir obedeciendo el contenido de la resolución si no les parece adecuado.
Los microproductores
Tanto los productores de cerveza artesanal como la Cofeco han celebrado la apertura parcial del mercado a este tipo de empresarios, el problema es definir qué es la cerveza artesanal.
En la definición de la resolución, se limita a los cerveceros artesanales a una producción máxima de 100 mil hectolitros al año, por lo que una vez que se llega a este nivel pierden la categoría de artesanales y se les limita la competencia en el mercado de los centros de consumo.
De tal modo, ser un cervecero artesanal equivale a ser un microproductor. Mientras que las empresas sean microproductores tendrán los beneficios de un mercado abierto en los centros de consumo.
Pero, ¿a qué equivalen 100 mil hectolitros anuales? De acuerdo a datos de la industria, la producción anual de cerveza en México es de más de 68 millones y medio de hectolitros al año, por lo que el límite de 100 mil hectolitros limita a las empresas artesanales a una participación máxima aproximada del 0.15 por ciento del mercado.
En otras palabras, si un productor artesanal llega a tomar control de más del 0.15 por ciento del mercado, automáticamente pierde su clasificación de artesanal y queda incluida en los contratos de exclusividad.
Si tomamos en cuenta que existen alrededor de 16 cervecerías artesanales relevantes en México, en el caso de que todas consigan llegar a su máximo de producción de 100 mil hectolitros, sumarían una participación de 2.33 por ciento del mercado.
En contraste, la definición de cerveza artesanal en Estados Unidos, además de incluir conceptos de calidad en los ingredientes y producción e independencia de otras empresas que la Cofeco no contempla, permite una producción máxima de 6 millones de hectolitros al año.
Debido a estas disposiciones, las cervezas artesanales en Estados Unidos tienen un potencial de crecimiento del 2.4 por ciento del mercado y actualmente en conjunto representan el 8 por ciento de las ventas.
Los grandes productores
Las declaraciones de Eduar do Perez Motta afirman que, además de los beneficios que otorga la resolución a los productores artesanales, las empresas que manejan un volumen superior a 100 mil hectolitros anuales tendrán un acceso irrestricto al 75 por ciento del mercado.
Sin embargo, la parte del mercado que se abre a estos competidores se realiza únicamente en centros de consumo como restaurantes y bares, que son los lugares que menos volumen de cerveza venden.
Tomando en cuenta las cifras de la industria, estos centros de consumo representan el 61 por ciento de las cuentas de la industria, pero son las responables de alrededor del 14 por ciento de las ventas.
En otras palabras, el 75 por ciento del mercado que Perez Motta afirma que se abre representa únicamente una pequeña parte de la industria, solo son ciertos puntos de venta que al mismo tiempo son considerados como poco productivos por las cerveceras.
Asimismo, tanto los pequeños como grandes productores de cerveza están de acuerdo que el problema de las licencias de alcohol debió haber sido abordado de otro modo por la Cofeco.
La resolución fortalece el monopolio de los permisos de alcohol administrado por Grupo Modelo y Cervecería Cuauhtémoc.
De tal modo, el dupolio cervecero continuará en posición de requerir a los pequeños comerciantes cumplir con ciertos criterios arbitrarios para surtirles el producto.