La realidad del TLCAN
El futuro económico de México depende de una negociación que se llevará a cabo en tres niveles diferentes: en la mesa de discusión en la que se sentarán el canciller Luis Videgaray, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo con sus contrapartes estadounidenses; en el debate que tendrá el Congreso de Estados Unidos respecto a la incorporación del impuesto de ajuste fronterizo en la reforma fiscal que propone la administración de Donald Trump; y en la confrontación que prevalece interior del gabinete económico de la Casa Blanca.
Rodrigo Carbajal
El futuro económico de México depende de una negociación que se llevará a cabo en tres niveles diferentes: en la mesa de discusión en la que se sentarán el canciller Luis Videgaray, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo con sus contrapartes estadounidenses; en el debate que tendrá el Congreso de Estados Unidos respecto a la incorporación del impuesto de ajuste fronterizo en la reforma fiscal que propone la administración de Donald Trump; y en la confrontación que prevalece interior del gabinete económico de la Casa Blanca.
Dado que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) aún no tiene fecha definida, y a que la reforma fiscal no es parte de la agenda del Congreso en la primera mitad del año, las señales más claras que existen respecto al futuro de la relación comercial entre México y Estados Unidos recaen en el discurso de la administración de Donald Trump.
Ayer, Peter Navarro, el estridente director del recién creado Consejo Nacional de Comercio, dijo que México podría beneficiarse con la renegociación del TLCAN y que América del Norte se convertirá en una plataforma regional altamente competitiva. Esto hace eco en el argumento de larga data de la Secretaría de Economía de México, que insiste que en el comercio del siglo XXI se compite por regiones y no por países.
El peso reaccionó de inmediato a la declaraciones de Navarro, apreciándose 0.9 por ciento frente al dólar para llegar a su mayor nivel desde la victoria electoral de Donald Trump.
La declaración de Navarro, considerado uno de los promotores más férreos de la retórica proteccionista que caracterizó a la campaña de Donald Trump, marca un punto y aparte respecto de su última intervención pública, en la que fue duramente criticado por su “bajo entendimiento” del concepto del déficit comercial.
Además, las palabras de Navarro, el único académico en el gabinete económico de Trump, suceden al posicionamiento de Wilbur Ross, el secretario de Comercio, cuyas expresiones favorables al TLCAN también marcaron un punto de inflexión en el discurso de la administración de Trump respecto al futuro de su política comercial.
Navarro se concentró en decir que una de las prioridades de la renegociación del TLCAN será fortalecer las reglas de origen, es decir el porcentaje de los componentes de un producto de exportación que deben ser manufacturados en América del Norte.
División en el gabinete
La profunda integración entre las economías de México y de Estados Unidos, cuyo comercio bilateral asciende a más de 500 mil millones de dólares anuales, no puede ser revertida de golpe.
Reportes de la prensa estadounidense refieren que esto ha sido reconocido por funcionarios al interior de la Casa Blanca.
Sin embargo, las declaraciones recientes de Navarro también podrían responder a la creciente percepción de que hay una ruptura en el gabinete económico de Donald Trump.
Esta semana, con base en testimonios de funcionarios que pidieron permanecer en el anonimato, el diario Financial Times reportó que existe una división entre dos grupos respecto al futuro de la política comercial de Estados Unidos: los nacionalistas económicos y los moderados pro comercio de Wall Street.
Los primeros están representados por el propio Navarro y por el estratega en jefe de la Casa Blanca, Stephen Bannon cuya influencia abarca prácticamente todas las áreas de interés del poder ejecutivo.
Los segundos están representados principalmente por Gary Cohn, el ex presidente de Goldman Sachs y actual director del Consejo Económico Nacional, que la semana pasada sostuvo una reunión con Luis Videgaray.
La nota del Financial Times refiere dos aspectos relevantes: la primera, que Donald Trump ve más favorablemente las posturas de los nacionalistas económicos. La segunda, que la influencia de Navarro se ha diluido significativamente en las últimas semanas.